Informe 2013-2022 y cierre 2023 del CEM: las cuentas del Estado en Mendoza y su manejo

Qué dice el Consejo Empresario Mendocino sobre la presión tributaria efectiva, la inversión pública del gobierno provincial, el resultado operativo esperado, la racionalización de la planta de personal estatal, el gasto en personal y las transferencias a municipios, el origen de los recursos y laparticipación del Estado provincial en la economía local.

El Consejo Empresario Mendocino (CEM) dio a conocer su informe "Finanzas provinciales 2013-2022 y cierre 2023".


De qué se trata

En la presentación del trabajo, el CEM destacó:

- "Este informe analiza las ejecuciones presupuestarias del Estado provincial durante los 10 últimos años, en base a información publicada por el Ministerio de Hacienda de la Provincia de Mendoza. Este período se caracteriza por el estancamiento económico y del empleo privado registrado, una inflación crónica y creciente, y elevados niveles de pobreza. En ese contexto, el peso del Estado provincial es un 5% menor al de 2013 pero un 76% más grande que en 2004, desplazando al sector privado, principal creador de riqueza y empleo".

- "La caída de recursos públicos provinciales entre 2019 y 2022 fue significativa, pues pasaron del 51% al 44% del total de recursos corrientes. Esta tendencia se revirtió parcialmente durante el corriente año, llegando al 46%. Punta a punta los recursos tributarios redujeron su participación de 70% a 65% y los recursos no tributarios la aumentaron, aunque con una menor participación de las regalías".

- "Estimamos que el año 2023 finalizará con un superávit corriente alrededor del 14% de los recursos corrientes y con un resultado operativo equilibrado o levemente superavitario, manteniendo la tendencia de los 3 últimos ejercicios. Este pronóstico depende fundamentalmente del comportamiento de los recursos y gastos corrientes, y de las erogaciones de capital en el último trimestre del año".

Asimismo, el CEM indicó sobre el tema (textual):

a) Asegurar el comportamiento fiscal austero de los últimos años, reflejado en un nivel de ahorro corriente positivo, cuidando que las erogaciones evolucionen a un ritmo igual o menor que los recursos y que la inflación, haciendo foco en la eficiencia y eficacia del gasto público.

b) Monitorear la evolución de la presión tributaria provincial que, pese a la baja del último lustro, duplica a la registrada en 2004.

c) Observar la evolución de la planta de personal estatal provincial, que aumentó a un ritmo muy por encima del crecimiento poblacional en los primeros años de la serie, para comenzar un proceso de reducción desde 2016 en adelante. En la actualidad hay 54,6 agentes públicos provinciales cada 1.000 habitantes (vs. 60,4 en 2013).

d) Monitorear el desempeño de la inversión pública provincial, poniendo en valor el sistema de evaluación de la inversión pública con el que cuenta el gobierno desde este año, para priorizar los proyectos.

e) Asegurar que el tamaño del Estado provincial sea financiable para el sector privado. Luego de una década de aumento hasta alcanzar más del 25% del PBG en 2015 y el posterior amesetamiento "en serrucho" en ese nivel entre 2015 y 2019, el peso del Estado en la economía local inició un sendero de paulatina contracción hasta alcanzar el 20,6% del PBG en 2022, último dato oficial disponible. Nótese, empero, que esta participación alcanzaba el 11,7% en 2004.

f) Impulsar el cumplimiento pleno de la Ley de Responsabilidad Fiscal.

- "El compromiso del Estado provincial con la austeridad fiscal debe continuar y consolidarse, constituyendo un aporte clave del sector público a la competitividad de la economía provincial para que el sector privado local pueda desplegar su potencial productivo a fin de que Mendoza pueda volver a crecer, generando empleo de calidad y mayor bienestar para los mendocinos".

8 conclusiones del CEM (textual)

1. La participación del Estado provincial en la economía local, medida por el ratio erogaciones totales / PBG, es un 5% menor que una década atrás (20,6% en 2022 vs. 21,7% en 2013). Una mirada más larga advierte que esta participación alcanzaba el 11,7% en 2004, 9 puntos porcentuales menos que en la actualidad. Así, en los últimos 18 años, el sector público creció más que la economía en su conjunto y, como consecuencia, el sector privado creador de riqueza y de empleo se achicó. La carga para el sector privado, que financia la estructura estatal con los impuestos que paga, se volvió más pesada.

2. Los recursos de origen nacional representaron algo más del 50% de los recursos corrientes durante la última década. Además, su participación en el total de los recursos corrientes creció desde 2019, en desmedro de los recursos de origen provincial. La Coparticipación Federal + Regímenes Especiales es la primera fuente de recursos corrientes. El impuesto a los ingresos brutos es la principal fuente de recursos provinciales y representa el 80% de los recursos tributarios de origen local. Punta a punta los recursos tributarios redujeron su participación de 70% a 65% y los recursos no tributarios la aumentaron, aunque con caída en regalías.

3. Entre las erogaciones corrientes se destacan el gasto en personal y las transferencias a municipios. La partida de personal representó el 49% del gasto corriente en 2022 luego de alcanzar el 60% en 2015 (máximo de la serie). En tanto, las transferencias a municipios promediaron el 16,2% del gasto en la década. Después de un sensible aumento de los intereses y gastos de la deuda entre 2016 y 2018, esta partida ronda el 5%.

4. Luego de una década de deterioro del resultado corriente (2005:18%; 2015: -7%), esta variable encontró un sendero de recuperación a partir de 2016. Estimamos que año cerrará con un ahorro corriente del 14% de los recursos. En un contexto complejo como el actual es importante sostener un nivel de ahorro corriente que brinde certezas y margen de maniobra, asegurando que los gastos no crezcan a un ritmo mayor que los recursos corrientes. Esto requiere que el Estado trabaje fuertemente sobre la eficiencia y eficacia del gasto.

5. Resulta importante la racionalización de la planta de personal estatal provincial llevada a cabo desde 2016, luego de haber aumentado a ritmos superiores al crecimiento poblacional entre 2010 y 2015. Entendemos que esta política debe continuar, priorizando las funciones indelegables del Estado. Los empleos registrados que necesita Mendoza deben crearse en el sector privado.

6. La inversión pública del gobierno provincial (considerando las partidas Trabajos Públicos + Transferencias para Erogaciones de Capital consolidadas) que corresponde a Administración Central, Organismos Descentralizados y Cuentas Especiales (Carácter 1+2+3) viene recuperando ritmo desde la pandemia hasta alcanzar el 8% de los recursos corrientes en el último año, por arriba del promedio de la última década (5,6%), aunque todavía por debajo del máximo de la serie.

7. Pronosticamos que el año cerrará con un resultado operativo equilibrado (o levemente positivo), continuando esta tendencia por tercer año consecutivo. La respuesta final dependerá del comportamiento de los recursos y erogaciones corrientes, y de la inversión pública en el último trimestre del año.

8. La presión tributaria efectiva provincial aumentó desde 6,9% en 2013 al 7,5% en 2015. Luego de alcanzar el 7,9% en 2017 cayó al 6,4% en 2022, último ejercicio cerrado con medición oficial del PBG. Sin embargo, y aún teniendo en cuenta la tendencia decreciente en el último lustro, la presión tributaria provincial efectiva de 2022 duplica su registro de 2004. Entendemos que esta variable debe consolidar su senda decreciente, contribuyendo a la mejora de la competitividad local.

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