Massa acelera los controles hasta después del balotaje y proyecta nuevos impuestos

El ministro-candidato sigue desplegando una variada gama de controles para que nada se mueva hasta las elecciones, mientras prepara sorpresas impositivas. El análisis de Rodolfo Cavagnaro.

Rodolfo Cavagnaro

Terminada la primera vuelta electoral, el ministro-candidato está dispuesto a que todos los resquicios de la maraña que tejió en el "Plan Llegar" se mantengan firmes, mientras sigue sumando nuevas herramientas. El lunes anunció antes periodistas extranjeros el lanzamiento de una ampliación del Programa de Estímulo a las Exportaciones y ahí desplegó un programa amplio, que abarca a todas las exportaciones del país, que podrán liquidarse un 30% por el mercado del dólar CCL (Contado Con Liquidación) y el 70% al valor oficial. El valor promedio está arrojando un promedio de $520.


Massa, ante el desafío tan temido

Esta medida sirve, fundamentalmente, para exportaciones de materias primas ya que solo dura 30 días y ningún exportador puede comenzar negociaciones con un horizonte tan corto. No sirve para producciones con valor agregado. No obstante, el objetivo del ministro de conseguir mayor cantidad de dólares para llegar a la segunda vuelta electoral, le está trayendo algunas liquidaciones y, de paso, sirve para bajar los dólares financieros. Tanto el CCL como MEP están debajo del $ 900 y van empujando una baja del blue, así disminuye la brecha, que el viernes antes de las elecciones llegó a estar en 200%.

Por ahora el mercado de divisas se ha tranquilizado porque los operadores creen que bajó seriamente el riesgo de dolarización. Es más, consideran que, con el acuerdo de Javier Milei y Patricia Bullrich, no habría espacio para hablar de dolarización. Por eso muchos que habían tomado posición en la moneda norteamericana comenzaron a desarmar posiciones y se pasaron a bonos ajustables por inflación. Hoy todos creen que no habrá novedades hasta el 19 de noviembre y después habrá que ver el resultado del comicio. Esto también hizo que bajar los futuros del dólar oficial casi un 30%, porque el mercado cree que Massa no hará ningún movimiento hasta el balotaje, incluso hasta diciembre.

Pero, además, la estrategia de Massa del nuevo tipo de cambio para los exportadores genera mayor flujo de divisas sobre el mercado y empuja hacia abajo todas las cotizaciones, incluido el blue que, sobre el fin de semana, había bajado del nivel de los $1.000. Además, siguen los operativos sobre las mesas de dinero y cuevas en el microcentro porteño, que ha sacado varios jugadores de la escena.

Los problemas financieros

El Gobierno sigue manteniendo un elevado déficit fiscal que todos los meses requiere emisión monetaria o bonos del Tesoro, que en su mayoría compra el Banco Central emitiendo moneda. Esta emisión constante es absorbida, en parte, por el Banco Central con nuevas series de Leliq. Este volumen de creación de moneda, en momentos en que por falta de insumos la producción es baja y no responde al peso de la demanda, estimula las subas de precios.

El nivel de las reservas sigue siendo crítico a pesar de la activación un nuevo tramo del swap con China y la nueva operatoria de exportaciones que le podría arrimar al gobierno unos $3.600 millones adicionales. En los últimos días pudo verse que pese a haber ingresado dólares, el BCRA no registró saldo positivo, o sea, salieron tantos como entraron.

El cambio de expectativas también mejoró la situación de los depósitos. Desde las PASO, los depósitos en moneda extranjera en los bancos habían caído en us$ 937 millones y luego de las elecciones de último domingo la situación se revirtió y comenzaron a ingresar nuevamente dólares. Las intervenciones del gobierno sobre el mercado MEP hace que fluyan más dólares a los bancos por lo cual la situación de las entidades nunca corrió peligro. Lo mismo ocurre con los depósitos en pesos, que habían comenzado a disminuir ras las declaraciones de Milei y luego de las elecciones recuperaron su terreno.

Disminuir el déficit sin bajar el gasto ni los impuestos

El ministro Massa mandó un proyecto de Presupuesto al Congreso y, con posterioridad, elevó una separata en la cual les pedía a los legisladores que busquen formas de sacarles beneficios fiscales a varios sectores. Una forma sutil de lavarse las manos y transferirle la responsabilidad al Congreso cuando ese proyecto lo debe elevar el mismo ministro con sus propuestas. A partir de esto, Massa les prometió los empresarios tener un superávit del 1% del PBI.

Tal como pidió el ministro, la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Diputados comenzó el tratamiento de este proyecto que plantea eliminar beneficios impositivos y presupuestarios que benefician a empresas y "sectores concentrados". Según estimaciones oficiales, estos beneficios y regímenes impositivos diferenciales tienen un peso del 4,72% del PBI.

Entre los beneficios que se piensan eliminar figuran:

a) Exenciones al impuesto a las ganancias a Jueces

b) Exenciones del impuesto a las ganancias a Asociaciones Civiles y Cooperativas.

c) Regímenes especiales de IVA

d) Sistema promocional de Tierra del Fuego

Durante las jornadas varios funcionarios han estado argumentando a favor de recuperar la recaudación que se va por esa vía. Pero comienzan a sentirse voces de alerta. Es que esta propuesta no plantea bajar gastos, como podría ser las transferencias discrecionales, que se sacan del paquete general de la coparticipación. Si se eliminaran, la masa coparticipable crecería y todos se verían beneficiados.

Massa está tratando de no pelearse con los gobernadores. Salvo el de Buenos Aires, las demás provincias gobernadas por el peronismo necesitan estas transferencias discrecionales porque, de lo contrario, tendrían que hacer un ajuste en su gasto público, algo que no les gusta. Otro detalle del que no se da cuenta es de los Fondos fiduciario, que son como cuentas autónomas que nadie controla y que tienen grandes asignaciones de recursos.

Por otra parte, Massa estaría preparando iniciativas para crear nuevos impuestos y regulaciones. Uno de ellos es el impuesto a la herencia, que lógicamente, les pega más a los patrimonios de las personas más acaudaladas, aunque no se sabe si se hará con escalas o con una alícuota única.

Otra iniciativa, muy peligrosa, es la intención de hacer un registro único nacional de cajas de seguridad bancarias y no bancarias. Esto implica una amenaza clara a la posibilidad de avanzar sobre estos dispositivos en caso de necesidad, aunque sea violando la constitución y el derecho de propiedad. Por supuesto, el cruce de datos permitiría saber quiénes tiene cajas de seguridad y cuántas tienen y en qué lugares.

Como se puede apreciar, las hipótesis que maneja Massa son las de mantener el gasto, pero buscando mayor recaudación de dónde sea, lo que asegura que la presión fiscal será cada vez mayor y, por lo tanto, seguirá afectando la competitividad de la economía, No es el camino adecuado asegurar la subsistencia de un Estado que no sirve, a expensas de los ciudadanos.

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