ProMendoza: "Con el cannabis medicinal vamos a competir en el mundo"

En una entrevista con el Gerente General de ProMendoza, Mario Lázzaro, destacó la importancia del cannabis medicinal para competir en mercados internacionales. Además, se explayó sobre el camino que Mendoza debe tomar en el ámbito productivo económico en lo que resta del año.

Desde su definición institucional, ProMendoza es una fundación que se encarga de generar "información estratégica, desarrollar acciones de promoción y herramientas para facilitar la exportación tales como misiones y agendas comerciales, ferias internacionales, rondas inversas con importadores, entre otras".

En resumidas cuentas, la entidad público privada aprovechando las características productivas que tiene Mendoza, se encarga de impulsar su internacionalización y de acompañar, a través de diferentes acciones y gestiones, a los empresarios locales a posicionar sus productos y servicios en el mundo.

Así es que, para conocer en profundidad cómo está funcionando actualmente, cómo los ha afectado la pandemia en su trabajo con mercados internacionales y qué mirada tienen sobre el camino productivo económico que debería seguir la provincia, el diálogo de Memo fue con Mario Lázzaro, Gerente General de ProMendoza.

-¿Qué camino debería transitar la Mendoza productiva?

-Uno está todo el día pensando en el comercio exterior y en el desarrollo de las exportaciones. Justamente porque son un gran motor de la economía de Mendoza. Cuando hablamos de exportaciones, nos referimos tanto a bienes como a servicios. Con la pandemia, el golpe que sintió la economía fue muy fuerte. Tuvo gran impacto en la provincia.

Desde el punto de visto numérico, el Producto Bruto Geográfico (PBG) de Mendoza está entre los 14 y los 16 mil millones de dólares anuales y nuestras exportaciones están entre los 1.400 y 1.500 millones de dólares, depende también el año.

El año pasado bajamos un poquito por ejemplo. Pero lo cierto es que hay un 10% del PBG provincial vinculado al sector externo de bienes que pasan por la aduana y son registrados estadísticamente por un proceso de documentación.

A eso hay que sumarle los servicios, que hasta marzo de 2020 Mendoza venía muy bien en materia turística. Agregarle también la exportación de los servicios basados en el conocimiento, por ejemplo la venta al exterior de software. Es decir, productos que no pasan por la aduana. Con eso, estaríamos por encima del 10% del PBG de los servicios profesionales.

-Dentro de los productos que se comercializan, ¿el vino qué porcentaje se lleva?

-En cuanto a las exportaciones, si bien hay un núcleo muy vinculado al complejo vitivinícola que es de entre el 60 y el 70 por ciento, también hay otros sectores que tienen importancia por la cantidad de mano de obra que generan. Es decir, la estructura de producción de la matriz exportadora genera una gran cantidad de mano de obra.

Uno de los problemas de la producción primaria, que es la de frutas y hortalizas, además de las contingencias climáticas y la falta de inversión, es que no existe la mano de obra de suficiente para trabajar ni levantar las cosechas. En marzo del año pasado Mendoza lo resolvió con trabajadores de otras provincias.

Pero son factores en los que tenemos que trabajar, en el corto y en el mediano plazo, porque hay determinados cultivos y producciones que al no contar con mano de obra o mecanización, eso nos hace perder competitividad con países que sí tienen capacidad de invertir.

-¿En qué podría innovarse en producción para llegar a más y mejores mercados externos?

-Hay inversiones que tienen que ver con las contingencias climáticas. Porque nosotros en los años que tenemos producción, exportamos y nos va bien. Pero con las contingencias muchas veces se disminuye la producción, no podemos satisfacer demandas generadas y nos sacan del mercado.

Un caso muy específico es el de la ciruela deshidratada. En 2017 hubo una gran producción, expandimos los mercados a los que llegábamos, se exportó 20% por encima del promedio. Pero luego vino un año malo por la helada de 2019 y nos dejó con muy poca producción en 2020. Entonces, esos mercados que se estimularon, los cubren otros países.

Otro factor es el rendimiento, la productividad por hectárea en algunas frutas y hortalizas la conseguimos y en otras no. Hay variedades que están adaptadas a la mecanización.

En Mendoza, cada centímetro cuadrado que le ganamos al desierto es importante. Eso nos permite luego ir a actividades que quizá tienen menos rentabilidad pero empiezan a ser posibles. Esto es porque las estructuras operan como un sistema, que termina dando un resultado final que es el precio con el que podés competir en el mercado exterior.

-Recientemente se aprobó el protocolo para el desarrollo del cannabis medicinal en la provincia, a través de la ley de José María Videla. ¿Tienen alguna injerencia desde ProMendoza en el tema?

-El cannabis medicinal es un producto con grandes ventajas. Una de ellas es que existe consenso internacional. Otra es que al tener un valor alto el producto en sí, los costos logísticos -que son una de nuestras grandes desventajas-, no tienen un impacto importante. Con lo cual, vamos a poder competir en el mundo.

-¿Cómo afecta la crisis del Mercosur a la economía de Mendoza?

-En la medida que la crisis del Mercosur desemboque en la baja del arancel externo común y en la posibilidad de que los países firmen tratados de forma individual y no como bloque, en algunos productos en los que estamos teniendo algunas amenazas puede ser una desventaja. Ese producto es el ajo, que está hoy protegido por el arancel externo común que es alto.

Pero allí también estamos viendo que existen algunas otras amenazas en nuestro principal mercado que es Brasil. Es el único. En todo el resto, vemos que para Mendoza puede resultar una oportunidad. Incluyendo la participación que Chile está empezando a tener en el grupo a través de sus acuerdos, tanto el que firmó con Argentina en 2018 como el reciente con Brasil.

Con esos acuerdos se ha comenzado a buscar salidas independientes. Desde el punto de vista de los flujos comerciales que habrán y que van a pasar necesariamente por Mendoza, nosotros vamos a tener una participación logística; en los servicios, en la relocalización de empresas y en ser parte de las cadenas globales de valor. Lo veo como una oportunidad si somos inteligentes.

Por último, nosotros venimos trabajando con internacionalizar nuestras empresas y llevar nuestros productos a los mercados. Eso es a través de lo que llamamos plataformas logístico comerciales (HUB), con Brasil lo comenzamos en 2018. Está funcionando en el sur de ese país. Nos queremos expandir al oeste y norte para que nuestras empresas tengan esos espacios.

Es como si plantamos en otra economía, la nuestra. Entonces, si la otra economía crece nosotros vamos a crecer. De esa manera funciona. También buscamos, por ejemplo, mercados que no le compran a China por razones políticas, por ejemplo Taiwán. Es un gran desafío. 

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