Los impresionantes rovers robóticos que funcionarán en la Luna superan todas las pruebas

Cada uno de estos tres robots es del tamaño de una maleta y tiene cuatro ruedas.

La fabricación de los robots con ruedas del modelo CADRE de la NASA ya finalizó y ahora también lo ha hecho la tanda de pruebas con las que se ha verificado que los robots funcionan perfectamente y que son capaces de soportar los rigores de su misión lunar y afrontar imprevistos que puedan surgir.

El trío de rovers robóticos de pequeño tamaño que la NASA enviará a la Luna servirá para comprobar con qué eficacia pueden cooperar entre sí sin la intervención directa del personal humano en el centro de control de la misión en la Tierra.

La misión, denominada CADRE (Cooperative Autonomous Distributed Robotic Exploration), tiene por meta demostrar la eficacia de nuevas tecnologías que faciliten el trabajo en equipo entre robots fuera de la Tierra.

Si las buenas expectativas se cumplen, la misión CADRE será un paso importante hacia manadas autosuficientes de robots. Ser varios en vez de uno tiene sus ventajas, de entre las cuales las más obvias son poder examinar varios lugares al mismo tiempo y la redundancia (si un robot deja de funcionar, los demás pueden repartirse su trabajo y hacer así que la misión siga adelante).

Los tres rovers robóticos del tipo CADRE serán enviados a la superficie de la Luna, concretamente a la región conocida como Reiner Gamma. El aterrizaje lo harán a bordo de un módulo de descenso, como parte de la iniciativa CLPS (Commercial Lunar Payload Services) de la NASA. Serán depositados en el suelo mediante un sistema de cables.

Cada uno de estos tres robots es del tamaño de una maleta y tiene cuatro ruedas.

Una vez alcancen la superficie, los tres robots buscarán un sitio lo bastante soleado, se estacionarán allí y abrirán sus paneles solares para cargarse de energía.

Una vez abastecidos de energía, realizarán su misión, de unos 14 días terrestres de duración. Ese periodo concordará con un día lunar entero (el periodo en el que esa zona de la Luna recibe luz solar). La misión se centrará en la realización de experimentos diseñados para probar las capacidades de estos robots.

Tres pequeños rovers robóticos del tipo CADRE, que explorarán juntos la Luna, muestran su capacidad para conducir en equipo de forma autónoma (sin órdenes explícitas de humanos) durante una prueba en una sala blanca del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. (Foto: NASA JPL / Caltech)

El modo de trabajar con estos robots desde el centro de control de la misión en la Tierra será muy fácil. Los responsables enviarán una orden genérica y escueta a la estación de comunicación de los robots, situada dentro del módulo de aterrizaje.

Luego, el equipo de pequeños robots elegirá un "líder", que a su vez distribuirá entre todos los robots las tareas a realizar para conseguir el objetivo colectivo. Cada rover decidirá cuál es la mejor manera de realizar de manera segura su tarea asignada.

La única orden humana sería, por ejemplo, "Id a explorar este terreno", y los rovers se ocuparían de todo lo demás: cuándo realizarán cada trayecto, qué ruta seguirán, cómo maniobrarán alrededor de obstáculos y puntos potencialmente peligrosos y cuáles serán los análisis que realizarán y en qué puntos.

Los robots y unas copias de ellos definibles como hermanos gemelos han sido sometidos a numerosas pruebas. La lista de estas pruebas es muy larga. Las más brutales implican condiciones ambientales extremas para garantizar que los robots puedan soportar los rigores de la misión que tienen por delante. Entre las pruebas más duras, figura la del encierro en una cámara de vacío que simula las condiciones sin aire del espacio y sus temperaturas extremas de frío y calor.

Otra dura prueba es la sujeción a una "mesa vibratoria" especial que vibra intensamente para asegurar que el hardware probado resistirá el trayecto desde la superficie de la Tierra hasta fuera de la atmósfera terrestre.

También se han realizado pruebas de circulación sobre terrenos que simulan la superficie de la Luna tanto como es posible.

Durante las pruebas, los robots han demostrado que su diseño es bueno y que pueden cumplir objetivos clave para el proyecto. Entre otras cosas, circularon juntos en formación. Ante obstáculos inesperados, ajustaron sus planes en grupo compartiendo mapas actualizados y replanificando la ruta. (Fuente: NCYT de Amazings)

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