Áreas naturales protegidas y minería: entre Mendoza y San Juan

San Juan, que posee áreas naturales protegidas como el Parque Nacional San Guillermo, el área Provincial Leoncito y el Cerro Mercedario, consideró que mantener esas áreas no era incompatible con el aprovechamiento de los recursos minerales de los ámbitos cordilleranos y precordilleranos.

Eddy Lavandaio

Unos días atrás se creó una nueva Área Natural para la Defensa en la zona de Uspallata (Diario UNO, 02/12/20). Si bien fue una decisión del gobierno nacional, parece estar en línea con la política que el Gobierno de Mendoza viene desarrollando desde el 2005. En ese año, el subsecretario de Ambiente, Gustavo Morgani, manifestó que iban a ampliar las áreas protegidas en torno a otras reservas naturales con la intención de desalentar la explotación minera (Diario UNO, 08/09/05).

Desde entonces las áreas naturales existentes crecieron y se crearon otras con el exclusivo propósito perfectamente definido por Morgani, de modo que hoy ocupan enormes extensiones que cubren buena parte de la Cordillera Principal, de la Cordillera Frontal y de la Precordillera, incluyendo alguna estancia de dueños extranjeros que usan esa calificación en sus propagandas comerciales.

En el contexto del propósito antes mencionado, se supone que esas áreas naturales protegidas traerán progreso económico y social a la provincia, pensando principalmente en el turismo.

En cambio, la provincia de San Juan, que posee áreas naturales protegidas como el Parque Nacional San Guillermo, el área provincial Leoncito y el Cerro Mercedario, consideró que mantener esas áreas no era incompatible con el aprovechamiento de los recursos minerales de los ámbitos cordilleranos y precordilleranos. Por eso, en los últimos veinte años promovió la inversión privada en intensas y costosas campañas de exploración minera con excelentes resultados entre los cuales sobresalen los recursos cubicados de mineral de cobre.

Según los datos de la Secretaría de Minería de la Nación (Diario de Cuyo, 16/09/17) los recursos cubicados que se estiman extraer en cinco yacimientos cordilleranos suman 10.000 millones de toneladas, una cifra que supera en más de diez veces la cantidad de mineral extraída en el Bajo de la Alumbrera (Catamarca) durante 20 años.

El orden de magnitud del valor que representan esos recursos alumbrados y hoy atesorados en San Juan estaría ubicado entre 200.000 y 300.000 millones de dólares. Para poner en marcha el aprovechamiento económico de esos recursos, la misma fuente estima una inversión de 8.000 millones de dólares.

Con ese "stock de mercadería" la vecina provincia está en condiciones de planificar su futuro desarrollo social, económico y ambiental, transformándolo en fuentes de producción y trabajo que beneficien a una gran cantidad de empresas proveedoras y a miles de familias con sueldos dignos, contribuyendo eficazmente al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, en especial al primero de ellos y prioritario, que es el fin de la pobreza.

EL AUTOR. Eddy Lavandaio. Geólogo. Miembro de la Asociación Geológica de Mendoza.

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