Janina y otros ilustres desconocidos: lo que sobrevive de la lista sábana

Durante la semana juraron los nuevos legisladores y se despidieron los que cumplen mandato. La mitad de cada cámara se renovó y se confirmó algo histórico en Mendoza, los representantes del pueblo son casi desconocidos por el pueblo.

Quién es la mendocina (que dan por "chilena") que trabaja en la transición de Educación

Las listas sábana tenían un vicio que no desapareció con la implementación de la boleta única. Se trata del armado de listas para la elección de legisladores, la cual es utilizada por la política partidaria para repartir cargos en la interna, ya que -como he reclamado antes- tienen claro que consiguiendo una determinada cantidad de votos entra una determinada cantidad de representantes.

La boleta única podría haber cambiado eso, pero la política se quedaba con una parte de sus herramientas para mantener el orden interno y que permite calmar las aguas en ocasiones. Para evitar que el nuevo sistema terminara con esa cuotita de poder se diseño la boleta con el casillero para marcar la opción de "lista completa", convirtiendo la boleta automáticamente en una sábana. Mendoza mejoró en muchos temas con la boleta, especialmente a la hora de los gastos, pero pudo ser aún mejor.

Lo que digo queda demostrado por el controvertido caso de Janina Ortiz, funcionaria lasherina y esposa de Daniel Orozco, que está siendo investigada y que de pronto se encontró con fueros porque fue incluída en el segundo lugar del Primer Distrito por La Unión Mendocina. Por la polémica se convertirá en una legisladora conocida, pero cabe preguntarse cuánta gente la voto conscientemente y cuántos se encontraron con la sorpresa que iba en la lista de Omar de Marchi.

Este caso es particular porque tomó trascendencia en base a la polémica, pero hay muchos legisladores que juraron y que cuesta entender de dónde salieron, por lo que la primera pregunta que se hace es "a quién responde" o "quién lo puso en la lista", porque para conseguir un lugar "entrable", tuvo que pasar algunos filtros políticos.

Están los políticos que salen de un cargo o de un municipio para caer en la Casa de las Leyes. También están las caras que te parecen conocidas. Funcionarios de antiguos gobiernos que estuvieron por ahí en el segundo plano y vuelven a un lugar de privilegio. Porque hay que decirlo, los legisladores son privilegiados, ya que se trata de los políticos mejor pagos y menos exigidos.

Para muchos es una linda beca y para la ciudadanía es una incógnita, porque esta semana muchos vieron en redes a legisladores que se despedían y destacaban su labor, cuando para ver quién era tenías que mirar la web de Diputados, el Senado o ver al lado de quién se sentaron.

También están los que en las redes le agradecen al pueblo que los votó, cuando la realidad indica que tienen que agradecer al político que los ubicó en el lugar "entrable" de la lista, porque la gente no tiene idea quienes son.

En este caso claramente se mete a todos en el saco, aunque hay diferencias entre la gestión de algunos y de otros que apenas les conoces la voz. Sin embargo, al que le quepa el sombrero que se lo ponga, porque cada uno sabe por qué está sentado en un lugar de la Legislatura.

Vuelvo a referirme a este tema porque en el nuevo contexto político del país y la marcada votación que tuvo un sector que pide cambios, es importante apuntar a una Legislatura a la que se le exija más y tenga una real representación de la población. 

Hoy siguen siendo la gran mayoría unos ilustres y bien pagados desconocidos, pero me encantaría escribir en dos o cuatro años que me taparon la boca y los nuevos ocupantes de las bancas resulten ser lo mejor que le pasó a Mendoza.