De dónde viene Daniel Orozco, el médico que nunca terminó de cuajar en Cambia Mendoza

Ayer a última hora, el intendente de Las Heras anunció que se iba de Cambia Mendoza para ser compañero de fórmula de Omar De Marchi.

La salida de Daniel Orozco del frente Cambia Mendoza es el epílogo de una relación que se inició en 2015, y en la que la convivencia con el resto de los integrantes nunca fluyó del todo; incluso con diferencias con quienes eran sus aliados dentro de la UCR.

Daniel Orozco será compañero de fórmula de Omar De Marchi

Para empezar, Orozco llegó a ser intendente de Las Heras en 2015 luego de imponerse de manera sorpresiva, primero en las PASO, y luego en las generales frente a Carlos Ciurca, a esa altura favorito para garantizar la continuidad del PJ. A ese lugar arribó con una vasta experiencia, como médico, con el único aval de Julio Cobos, quien lo conoció meses antes de la campaña.

Fue Fabian "Oso" Tello, asesor de Cobos en el Senado, quien los presentó. Cuentan los más cercanos que Tello -echado por Orozco recientemente, todo un símbolo de los tiempos que corren- los reunió en un café de la Sexta Sección, y que a Cobos le pareció una buena opción porque el médico tenía contacto directo con la gente de Las Heras, consultorio mediante.

Tras aquel encuentro en el café "Santo Remedio", organizaron un lanzamiento en un centro de jubilados del barrio Infanta. A partir de allí, Orozco se transformó en la sombra de Cobos y arrancó una exitosa campaña que, meses después, lo llevaría al médico a la intendencia.

Ni bien asumió en la intendencia, Orozco no tenía equipo suficiente para gobernar y desde la periferia (otras comunas radicales del Gran Mendoza) le fueron "prestando" funcionarios que, con el paso del tiempo, se fueron yendo. Algunos permanecieron a su lado, como el exfuncionario de Capital, Osvaldo Oyhenart.

Desde un comienzo, Orozco mostró un estilo de conducción diferente al del promedio de sus colegas de Cambia Mendoza. Mientras que Alfredo Cornejo en la gobernación y los intendentes en los departamentos promovían la austeridad y daban cuenta de una situación financiera lúgubre, el lasherino anunciaba ayudas económicas, bonos de fin de año.

De hecho, fue eso lo que generó el primer cortocircuito con el otro intendente que había llegado con el aval de Cobos: Marcelino Iglesias, de Guaymallén: había un acuerdo tácito de no otorgar bonos de fin de año, y el lasherino se "cortó solo" y anunció este beneficio para los municipales.

A esto se sumó, entre otras decisiones que iban a contracorriente en la UCR, el pase a planta permanente de empleados municipales (cerca de 1.000), una práctica más propia de las gestiones previas a 2015, lo que también le valió críticas desde adentro de Cambia Mendoza.

Ya en plena pandemia, el médico radical exasperó a todos en Cambia Mendoza -desde el gobernador hasta intendentes- cuando montó un "hospital de campaña" en el estadio Vicente Polimeni, poniéndolo a disposición por la pandemia de covid-19. Lo acusaron de generar pánico para sacar rédito político, lo que él negó.

La exesposa de Orozco fue compañera de fórmula de De Marchi en 2019. Perdieron en las PASO.

Por otra parte, vinculado al episodio de este jueves por la noche, pocos se acuerdan, pero en 2019 Orozco ya había tenido un acercamiento con Omar De Marchi. Pero, en aquel momento, el radical tenía la chance de reelegirse y priorizó la continuidad en el municipio. Curiosamente, la compañera de fórmula del lujanino en esas PASO terminó siendo Susana Velázquez, la exesposa de Orozco.

Se bajó el desafiante de Calvente en Guaymallén: acto junto a Cornejo

Cuatro años después, ya sin posibilidad de continuar como intendente, alejado de su mentor Cobos y en medio de una disputa feroz por las candidaturas en Las Heras, Orozco se vio acorralado y terminó yéndose -formal y espiritualmente- de Cambia Mendoza para ser candidato a vicegobernador de De Marchi.

En los últimos meses, Orozco fue candidato a gobernador, se bajó para apoyar a Cornejo y, más tarde, sumarse a la aventura electoralista de De Marchi. A partir de ahora, serán las urnas las que ratificarán si el diagnóstico político de Orozco fue el acertado o si, de lo contrario, habrá dado un salto al vacío.

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