Defender Portezuelo del Viento es defender Mendoza

Hacer realidad la presa y central hidroeléctrica Portezuelo del Viento es una tarea ineludible del próximo gobernador de Mendoza.

Julio Cobos
Diputado nacional. Exgobernador de Mendoza. Ex vicepresidente de la República Argentina. Exsenador nacional.

Hacer realidad la presa y central hidroeléctrica Portezuelo del Viento es una tarea ineludible del próximo gobernador de Mendoza. Esta es una obra que trasciende generaciones y su importancia estratégica para Mendoza y la región es innegable. Además, y a esta altura cómo negarlo, desistir de Portezuelo del Viento que es un compromiso con todos los mendocinos en general y con los habitantes del sur en particular, es darle la razón al oficialismo pampeano y a su oportunismo político. Primero Mendoza, eso debe ser una prioridad absoluta para quién ocupe el cargo de gobernador.

El convenio original y acuerdos posteriores

Los orígenes del reconocimiento de los derechos de Mendoza. El gobernador Arturo Lafalla inició reclamos por los decretos del presidente Carlos Menem, pidiendo que se restituyera a Mendoza las sumas de dinero que por coparticipación dejaba de percibir Mendoza debido a la desgravación de impuestos a empresas del régimen de promoción industrial que beneficiaba a provincias vecinas. Al ser por decreto y no por una ley como establece la Constitución Nacional, eran inconstitucionales. El por entonces Procurador de la Nación, Nicolás Becerra, dictaminó que Mendoza tenía razón, pero su dictamen no era vinculante para la Corte. Por eso Mendoza solicitó una resolución extrajudicial para recibir el pago de los impuestos no percibidos y así se logró ese acuerdo político que contemplaba el pago total, como si se hubiera ganado un juicio; de ahí el desistimiento porque la Nación reconoció por primera vez lo que se reclamaba.

En ese momento se decidió que el dinero se transformara en una gran obra para Mendoza: la provincia licitaba y construía la represa y la Nación se haría cargo de los costos de Portezuelo del viento. La obligación que asumió la Nación era y es por la totalidad de la obra, sea cual fuere el valor. Así en el convenio firmado en mi gestión con el gobierno nacional en 2006 se indica: "El Gobierno Nacional toma a su cargo el financiamiento en territorio de la Provincia de Mendoza de la obra denominada "Presa y Central Portezuelo del Viento" que integra el proyecto denominado "Aprovechamiento Integral de los Recursos Hídricos del Río Grande - Trasvase del Río Grande al Río Atuel" de acuerdo a los montos indicados en el Anexo I del presente Acuerdo".

Esto fue una decisión estratégica con visión de largo plazo, preservando el valor de la obra, y que fuera una realidad más allá de quién y cuándo se realizara la misma, es decir logramos garantizar el valor real de la obra actualizada en el tiempo porque sabíamos que su ejecución requería un largo plazo. El convenio fue el reconocimiento explícito de la Nación y fue el mejor reaseguro para nuestra provincia.

En el año 2019 y ya con el proyecto definitivo, el gobernador Cornejo firmó un convenio con el gobierno nacional actualizando el monto original del 2006 a un valor total de 1023 millones de dólares, con un mecanismo de transferencias para enfrentar la ejecución de la obra. Tal como lo indica el compromiso firmado, los fondos que se giran se deben destinar a Portezuelo del Viento u otras obras de generación hidroeléctrica: "Las letras intransferibles serán depositadas en una cuenta comitente de la Provincia en el Banco de la Nación Argentina y sus servicios serán transferidos a un fideicomiso que será constituido por la Provincia a los fines de la ejecución de la obra y/u otras obras hídricas necesarias para el desarrollo de la generación hidroeléctrica provincial".

El desafío que viene

Para dar un destino distinto a esos fondos de Mendoza debería acordarse con el futuro presidente, pero además se tendría que explicar muy bien a los habitantes del sur mendocino por qué esta promesa postergada por décadas y contando con los recursos necesarios, no será una realidad. Abandonar, aceptar los caprichos de La Pampa y ocupar los fondos en otros destinos sin dar la discusión y ganarla, no es la opción correcta. Esperamos que el próximo mandatario provincial esté a la altura del desafío y concrete esta obra de generación de energía fundamental para Mendoza.

Además, de desistir con la realización de Portezuelo del Viento dejaríamos un mal antecedente porque aceptaríamos las arbitrariedades que se nos pretenden imponer, condicionando cualquier otra obra que se pretenda hacer a futuro y debilitando así la factibilidad de los mismos.

Si al final y a pesar de todo el camino es la resignación, tampoco debemos perder la oportunidad de desarrollar otra obra de generación en nuestros ríos, que con el producido de la misma se pueden concretar escuelas, hospitales, canales, caminos, etc. Este círculo virtuoso de invertir en generación y reinvertir lo obtenido le seguirá proveyendo de beneficios a la provincia y a toda la ciudadanía. Entiendo que este fue el espíritu de lo establecido en el convenio del 2019 que como dijimos hablaba de Portezuelo del Viento u otra obra de generación, pero siempre de generación hidroeléctrica. El próximo gobierno podrá ver el inicio de las obras de generación, pero lo producido lo verán los subsiguientes. Se entiende que la tentación es grande, pero hay que pensar como estadista y en las futuras generaciones.

Si concretamos Portezuelo del Viento y regulamos el río más caudaloso de nuestra provincia que al día de hoy no lo está, tendremos múltiples beneficios. Así considerando un precio medio para el mercado mayorista eléctrico, solo la producción de energía implicará un ingreso de más de 50 millones de dólares por año que tendrá un impacto positivo importante sobre el Producto Bruto Geográfico (PBG) en el sur provincial, fundamentalmente Malargüe, y en sectores estratégicos de Mendoza. Si además sumamos otras centrales hidroeléctricas hoy concesionadas a nivel nacional que volverán a posesión de la provincia el año próximo, se podrá generar un fondo con el cual construir nuevas obras que aseguren energías limpias y mayor garantía de riego a futuro.

Asimismo, no podemos dejar de lado la importancia de la continuidad de los actos de gobierno. El actual gobernador Rodolfo Suarez tomó la decisión de impulsar tanto Portezuelo del Viento -volviendo al proyecto original que requiere menos obras complementarias- como El Baqueano sobre el río Diamante. Se ha iniciado un nuevo estudio de impacto ambiental solicitado por el COIRCO y ya se realizan distintas acciones para que, con otro gobierno nacional, Mendoza pueda hacer las obras que necesita para consolidar su desarrollo en energías limpias.

Defender Portezuelo es defender Mendoza. Por eso una vez más, convocamos a todos los sectores a defender la construcción del mismo y a nuestra autonomía para administrar esos recursos, porque pertenecen a todos los mendocinos y deben ser invertidos en una obra para mendocinos, para los de hoy, pero fundamentalmente para los del mañana, porque las generaciones que vienen necesitan energías limpias, trabajo, producción y un oasis y polo turístico único.

Defender Portezuelo del Viento es defender el empleo, el desarrollo y el futuro de Mendoza; por eso la persistencia, la paciencia y la perseverancia a lo largo de estos años. Defendámoslo, porque Portezuelo es Mendoza.

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