Hacia una Salud más eficiente

La medicina es muy solicitada en varios momentos de nuestras vidas, todos requerimos un sistema de salud que dé respuesta. Hoy el servicio de salud público que brinda la provincia de Mendoza, es difícil de mejorar en cualquier otro lugar de la región. Contamos con más de 300 centros de salud y 20 hospitales que atienden a todos de manera gratuita. Hay lugares de la provincia que prácticamente no cuentan con efectores privados de salud, como es el caso de San Carlos y el sistema público debe resolver la totalidad de los problemas de salud de la población, independientemente si cuentan o no con cobertura de alguna obra social. Mendoza tiene un sistema de salud superior a nuestras provincias vecinas, por lo cual, no solo se atienden mendocinos en nuestros hospitales, sino también vienen de las provincias vecinas a recibir atención, a modo de ejemplo, el Hospital Notti atiende 850 pacientes de San Luis por año, la mayoría pacientes complejos (cáncer, cirugías mayores, sepsis, etc) y el Hospital Central atiende 1.400 pacientes de San Luis por año (casi 4 personas por día vienen de esa provincia), entre la atención ambulatoria, guardia e internados.

Por supuesto que no es perfecto, y que falta mucho, pero hay que tener en cuenta desde dónde venimos para entender dónde estamos.

Desde el año 2015, se han hecho obras de infraestructura en todos los hospitales, se construyeron nuevos, y se amplió de manera masiva la cantidad de camas de todas las complejidades. Gracias a ello, Mendoza fue la provincia que mejor gestionó la pandemia y pudo liberar restricciones antes que el resto del país.

Ahora bien, finalizando ya la "Revolución de lo sencillo", el propósito es mejorar el servicio para lograr una salud más rápida, más cercana y más fácil para el paciente. 

Para esto hay dos desafíos: el primer gran desafío es cuidar el recurso humano especializado. El segundo, es hacer más eficiente el servicio, esto tiene 3 aristas internas: más tecnología, mejores centros de salud y simplificación de trámites.

Con respecto al financiamiento, el sector público atiende entre un 40% y un 50% de pacientes que tienen obra sociales, sin embargo, con lo que pagan las obras sociales a la salud pública no se llega a pagar ni el 2% de los gastos que tiene el sistema. El resto de los costos son cubiertos con los aportes de los contribuyentes, pero hay una gran dependencia de lo que nos debería dar el gobierno nacional, el cual nos ha discriminado enormemente los últimos 4 años.

Con una crisis económica como la que estamos pasando es difícil competir con los países vecinos que ofrecen salarios en dólares a nuestros médicos cuando en Mendoza sólo podemos ofrecerles pesos que pierden poder adquisitivo todos los meses con la inflación y la devaluación que produce la emisión monetaria y la irresponsabilidad del actual Ministro de Economía.

Hay que lograr un sistema de recupero que sea más eficiente para mejorar la cantidad de recursos y así poder garantizar una remuneración más justa a nuestros profesionales de la salud. También es una realidad que todos los esfuerzos se verán diluidos si no se logran reformas económicas profundas a nivel nacional, porque no hay eficiencia provincial que pueda resistir la discriminación y la negligencia de un gobierno federal.

Para hacer más eficiente el servicio hay mucho por hacer. Empezando por incorporar más tecnología, tanto para obtener estadísticas válidas que nos permitan optimizar recursos y como para facilitar el acceso a turnos para exámenes complementarios o consultas.

El territorio de la provincia es muy extenso, por lo cual difícil de cubrir, la aplicación de tecnología nos va a permitir llegar mejor a los lugares más alejados. Esta reforma es esencial y ya se ha iniciado.

En este plan integral de mejoramiento al acceso al sistema de salud es fundamental mejorar la atención primaria de la salud, para que quienes lleguen a los efectores de mayor complejidad sean quienes realmente lo necesiten.

Otra desafío es aumentar la oferta de médicos en especialidades críticas como pediatría, clínica médica, medicina de familia, terapia intensiva. Especialidades que no son opción de las nuevas generaciones de médicos, que optan por especialidades con mayor remuneración y menos compromiso, tales como las que tienen que ver con la estética, entre otras. Para ello con Alfredo Cornejo estamos pensando en un plan a corto, mediano y largo plazo, que resulte del trabajo conjunto de las universidades formadoras, de las sociedades científicas, de los efectores públicos y privados que utilizan ese recurso humano y los sindicatos que los representan. En ese plan se están analizando como posibilidades, por un lado, los incentivos económicos para aquellos que elijan formarse en las especialidades requeridas; por otro lado se está hablando con las facultades de medicina sobre la posibilidad de orientar las prácticas finales obligatorias hacia esas especialidades y otro incentivo importante sería reducir el tiempo para obtener la especialidad. Para completar esta reforma será fundamental plantear una nueva ley de residencias.

En resumen, es importante plantear que estamos ante un cambio de fase. Durante los primeros 4 años de gestión del Frente Cambia Mendoza se empezó a recuperar la base del sistema de salud, principalmente la infraestructura, los 4 posteriores que estamos transcurriendo, estuvieron atravesados por la pandemia, están terminando de saldar deudas de infraestructura y han empezado a tomar medidas que hacen más eficientes a la gestión. La próxima gestión, que con Alfredo Cornejo esperamos liderar, tendrá como principal desafío lograr que esa eficiencia se expanda a todas las áreas del sistema sanitario y generar las condiciones para que los médicos puedan quedarse en el sistema de salud público y los mendocinos accedan a una salud más rápida, más cercana y más fácil.

LA AUTORA. Hebe Casado. Médica inmunóloga. Candidata a vicegobernadora por el Frente Cambia Mendoza.