SAS: A contrapelo de la historia
La batalla del pasado por eliminar a las Sociedades Anónimas Simplificadas representan un ancla para la generación de empleo y la actividad económica. El análisis de Carlos Abihaggle.
En abril 2017 se completó el trámite de aprobación del proyecto del Poder Ejecutivo Nacional denominado de apoyo al capital emprendedor a través de la promulgación de la ley 27349.
La misma consta de 3 partes:
- - Apoyo al capital emprendedor
- - Sistema de financiamiento colectivo
- - Creación de un nuevo tipo de organización social: las Sociedades Anónimas Simplificadas (SAS).
Estas últimas, teniendo los importantes y significativos antecedentes de Francia, Chile, Colombia y México.
Las SAS constituyen un avance importante y significativo para facilitar la constitución de sociedades unipersonales o no que posibilitan y facilitan su nacimiento, registro otorgando importantes libertades a sus asociados. Liberándolos de trámites innecesarios y costosos.
Desburocratiza, desjudicializa, digitaliza el accionar de emprendedores que se arriesgan y apuestan al crecimiento generando un ecosistema creativo que promueve el empleo decente y de calidad.
La data
Desde 2007 hasta ahora se han constituido más de 40.000 SAS que generado 55.000 puestos de trabajos decentes registrados.
En comparación, vemos lo siguiente:
- Las Sociedades Anónimas has disminuido en un 6.8 % la cantidad de empleados; las SRL en un 3,8% mientras que las SAS han AUMENTANDO en un 310% desde el 2018 a la fecha. Aún en un contexto macroeconómico desfavorable.
- A pesar de la cuarentena las SAS han incrementado un 26% la cantidad de empleados en el 2020 y aproximadamente un 10% en lo que llevamos del 2021.
Las amenazas
Sin embargo, desde la Inspección General de Justicia de la Nación se ha tratado de modificar inconstitucionalmente las disposiciones de la ley a través de resoluciones que afectan la vida de las SAS en forma inconsistente y sin ningún fundamento.
A raíz de la judicialización e interrogante del tema, el Senado de la Nación aprobó en junio del 2020 un proyecto de ley que entre otras cosas, establece:
- Obliga a las personas a emprender asi como a los socios de las EXISTENTES a inscribirse en un Registro de emprendedores a crearse a nivel del Gobierno Nacional. De esa forma, se arroga un facultad arbitraria que corresponde a las Provincias y conculca derechos adquiridos
- Vuelve a la exigencia del soporte papel (¿?¡¡). Mientras que la pandemia impulsa la digitalización se pretende burocratizar el proceso. Los libros contables de las SAS hoy se realizan en forma digital a través del sistema Blockchain que es lo único que garantiza transparencia e inviolabilidad. ¡Quieren volver al siglo XIX!
Esperanza
Es de esperar que los legisladores nacionales por Mendoza así como de otras provincias argentinas se opongan a aprobar un proyecto que va en contra de todas las tendencias mundiales de acción del Estado a favor del empleo decente e inclusivo. Y que asimismo es útil para empoderar a las pequeñas y medianas empresas frente a los conglomerados oligopólicos . Y que impidan asimismo la centralización burocratizante en las esferas del gobierno nacional que impiden la producción, la innovación y la creatividad argentina así como la incorporación genuina de trabajadores.
