¿Quién subestima a quién?

La campaña política como carrera de subestimaciones, en un aporte del lector Mauricio Catillo.

Mauricio Castillo

En la incertidumbre de confiar en las propuestas y promesas, como en medidas electorales, me da vueltas y vueltas en el pensamiento, razonamiento y hasta la conciencia el interrogante: ¿quién subestima a quién?

Primer "quién": los candidatos a los cargos del gobierno (políticos). Son ellos que con su promesas repetidas o reiteradas, adaptándose a la época con spots súper renovados y de vanguardia para captar la atención y enamorar a los jóvenes y no tan jóvenes, nativos digitales, se disfrazan, psicodramatizan y hasta interpretan personajes que son los mismos de hace más de tres décadas, con un cambio de escenario estructural-comunicacional.

Segundo "quién": la ciudadanía con derechos a ejercer, y la obligación del deber de sufragar, generando desconfianza y una real incertidumbre, cuando surgen sorpresas en quienes, a través de campañas opulentas y encuestas minuciosas, para conocer la tendencia preelectoral, obtienen resultados totalmente distintos, como sucedió en la PASO nacionales, pudiéndose interpretar como una hipocresía electoral ciudadana.

El debilitamiento de las instituciones, que son justamente aquellas organizaciones de seres humanos que la componen y que provienen de los instituidos vecinos ciudadanos que ejercen su condición, en una comunidad que con el paso del tiempo se ha ido adaptando, por no decir borocotizándose de acuerdo a sus propios intereses, necesidades y fundamentalmente conveniencias, y que han llevado a procesos en momentos, imperceptibles, y en otros no tanto, y a la incomprensibilidad de que los resultados, surgen de la nada misma. Resultados que parecen ser externos a la República, y hasta extraterrestres, como designio divino que representa a un milagro o bien una maldición.

La política y la politiquería términos que, quienes nos consideramos personas de las ciencias sociales, deberían estar en el análisis constante para entender, comprender y poder identificar los fenómenos como el de los que he descripto, y profundizar el rol de la ciencia política, en beneficio de un país, que en ocasiones sentimos desbastado, y en otras como imprescindibles procesos que debemos transitar para recuperar su condición de gran país para vivir felices.

El término "subestimar", no es más que una acción de menosprecio, de menoscabo, y de desprestigio, que se manifiesta en el accionar de una persona o grupo de personas, hacia otras u otro grupo de personas. El subestimar resulta de un reniego o frustración ante una situación adversa y que al no saber cómo enfrentarla, se elige bajar los brazos y no hacerse cargo.

Estimar, es dar un valor con sentimiento a quien merece la confianza, y dar crédito, y también poder valorar con sentimiento de todo lo contrario, el no dar crédito, sin el merecimiento de confianza, pero nunca en el medio, ni tibio, ni mediocre. Nuestra sociedad se puede recuperar de la subestimación, sólo cuando se haga cargo de su elección o decisión.

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