El primer desafío de la "reforma institucional": activar los respaldos para que haya debate

Finalmente, la pandemia no dio trega, como se esperaba, y el Gobierno decidió avanzar igual con lo que ahora denomina como una reforma institucional, diversa, compleja y contundente. El asunto es que la política se pondrá a prueba: debe recortarse beneficios y espacios. Suarez confía en que ya tiene el apoyo afuera de la partidocracia y empuja a los partidos que lo respaldan a manifestar su respaldo e impulso.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Rodolfo Suarez presentó, finalmente, el proyecto para que la Legislatura declare la necesidad de la reforma de la Constitución de 1916. Con este plan, lo que busca en concreto es un ahorro en los costos del Estado. La propuesta fue presentada durante la campaña electoral y reafirmada en su discurso ante la Asamblea Legislativa en mayo pasado, pero ahora sumó su visión del tema: no es reforma política y tampoco un mero retoque a la Carta Magna: se le llama "reforma institucional" y, como contó Memo hace unos días, Rodolfo Suarez pretende que sea el legado de su gestión.

Entre los principales puntos que propone está el cambio del actual sistema bicameral por el de una sola cámara, como sucede en otras provincias. En este punto, se busca una representación mixta, para que los departamentos más grandes no dejen sin representación a los más chicos, pero también a nivel poblacional, para que los más chicos no condicionen a los que más habitantes tienen.

A la hora de promover la unicameralidad, desde el Gobierno dan cuenta de tres datos:

- Quince provincias tienen sistemas unicamerales

- Ocho son bicamerales.

- Todos los concejos deliberantes del país son unicamerales.

La reelección del Gobernador será un punto clave y ha sido siempre la piedra de la discordia. Mendoza y Santa Fe son las únicas dos provincias donde no está permitida, y para evitar que suceda lo que siempre ha imposibilitado reformar la Carta Magna, Suarez anticipó que en la iniciativa se autoexcluirá de ir por otro período al frente del Poder Ejecutivo.

"No tiene sentido tener una cámara de senadores y otra de diputados que en la norma y en la práctica representan lo mismo", señalo Suarez cuando anunció su iniciativa para eliminar una cámara. De hecho, el proyecto, excluye la reelección.

La militancia de la reforma

En principio, la propuesta de Suarez consiguió más consenso fuera de su partido y de la política, en la sociedad civil y entre los empresarios, que en el sector a reformar. Es lógico: si no hay reelecciones para intendentes, concejales y legisladores, de no encontrar trabajo en la actividad privada, ¿de qué vivirán los "profesionales de la política"?

El Gobierno espera que sean más ingeniosos que solo oponerse anteponiendo sus intereses particulares y que se demuestre desde la política la generosidad - si la tiene, claro- de poder adaptarse a los nuevos tiempos y demandas de la ciudadanía y los presupuestos.

Desde el Cuarto Piso de calle Peltier esperan ver movilizado al partido (la UCR) y al Frente Cambia Mendoza, cerrando cualquier capítulo de disidencia interna en torno al tema. Será un momento de definiciones también para la consolidación del nuevo equipo gobernante, aunque desde la Gobernación se advierte que la defensa de la reforma "une a Suarez con Alfredo Cornejo".

De tal modo, los funcionarios de Gobierno ya desarrollaron diversos encuentros virtuales con sectores productivos para analizar un punto central: cómo garantizar la representación legislativa de todos los municipios y regiones de Mendoza.

La propuesta también se busca ampliar la autonomía municipal, algo declamado pero no conseguido y que tiene defensores y detractores.

Hay que decir que el radicalismo históricamente ha sido defensor en Mendoza de la bicameralidad, bajo el concepto de que el doble trámite impide autoritarismos y le quita hegemonía al Poder Ejecutivo. Además, los defensores del actual sistema lo han planteado como un freno al "apuro" para sancionar normas que puedan beneficiar exclusivamente a sectores corporativos o poderosos.

A escala interna en el Frente que gobierna Mendoza, el Partido Demócrata ha sido un acérrimo opositor de cualquier retoque que se le quiera dar a la Constitución.

Sin embargo, los "gansos" podrían concentrarse en avalar el cepo a las reelecciones más que en el resto de los temas. Ya han convocado a un encuentro virtual con el experto sanluiseño Juan José Laborda Ibarra en torno al asunto, con la experiencia de haber luchado contra el reeleccionismo puntano:

Por otro lado, el argumento de que busca ahorrar gasto político también fue refutado por sectores del radicalismo, quienes sostienen con números en la mano que "no es la Legislatura el problema del exceso de gasto político", y señalan los altos costos y sobrecostos que son capaces de avalar sin tanta exposición pública las contrataciones que realiza el Poder Ejecutivo en sus planes de obras. Pero la respuesta está en "el gesto que debe dar un gobierno en tiempo de crisis económica y también de credibilidad política", aseguran desde el seno de los impulsores de la propuesta.

Recuperar la iniciativa

Pero no se trata solo de cumplir promesas de campaña o conseguir un Estado más dinámico. También este envío a la Legislatura de la iniciativa para reformar la Constitución busca imponer en la agenda un debate favorable al diseño de un futuro, algo que quedó paralizado en muchos aspectos por la pandemia de covid-19.

Las conversaciones y discusiones públicas giran, en este tiempo, en torno a la pandemia y sus consecuencias, con bastante pesimismo económico mirando al futuro. Suarez esperaba una merma en la cantidad de contagios para empezar a discutir la reforma, pero eso por ahora no acompañará: habrá que encargarse de todo al mismo tiempo y no esperar más.

En lo político, el joven gobierno de Suarez arrancó con varios traspiés, como fueron dar marcha atrás con la reforma a la ley 7722 que hubiera permitido una activación de la industria minera y los recursos resultantes. También fue frenado el ímpetu de las obras que iba a financiar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que se cayeron al no contar con respaldo del peronismo.

De tal modo que el Gobierno da el primer paso y conseguir, con ello, un nuevo espacio de discusión, esta vez con el futuro como objetivo.

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