Verbitsky retoma su teoría de que Bergoglio colaboró con la dictadura

El artículo publicado por Verbitsky en "El Cohete a la Luna" es extenso y el autor demostró un esfuerzo por probar sus dichos, ahora que el dueño de sus palabras -un sacerdoto jesuita- ha muerto. Solo queda Bergoglio, el papa Francisco, para admitir si lo que Verbitsky cuenta es verdad o no.

Las notas de Horacio Verbitsky sobre la colaboración de Jorge Mario Bergoglio, el actual papa Francisco, con la última dictadura, no están disponibles en el diario Página/12. Aunque el periodista desmintió que hayan sido eliminadas definitivamente, se notó un giro 180 grados en las críticas al ahora pontífice, luego de que la única coartada que tenía para afirmarlo era un sacerdote jesuita Francisco Jalics, quien se lo había contado. El sábado ese sacerdote murió en Hungría a los 94 años y Verbitsky el domingo retomó el camino. Le exige al propio Bergoglio -ahora objeto de culto del kirchnerismo- que dilucide las dudas que según el periodista subyacen en la historia.

Cuando fue consagrado Papa, diarios de todo el mundo se colgaron de las notas de Verbitsky en Página/12, pero rápidamente recularon cuando las notas fueron sacadas de la web de ese diario, ahora en poder del Grupo Octubre, propiedad del dirigente sindical kirchnerista Víctor Santa María.

Este domingo, en su portal El Cohete a la Luna, Verbitsky escribió: "A los 94 años murió ayer en Hungría el sacerdote jesuita Francisco Jalics, quien en un libro propio y en una entrevista conmigo denunció que Jorge Mario Bergoglio fue el responsable de su secuestro y del de Orlando Yorio por la ESMA, en 1976, cuando el actual papa era jefe provincial de la Compañía de Jesús en la Argentina. Bergoglio fue entronizado en 2013, y la Compañía de Jesús ordenó a Jalics, que vivía en una residencia jesuita de Baviera, que se retractara. Lo hizo, pero en forma poco convincente y dejó constancia de que era por obligación. Los jesuitas deben obediencia personal al Papa. Aún después de eso, en correspondencia con la familia de Yorio, mantuvo sus acusaciones contra Bergoglio, como consta en mi libro La mano izquierda de Dios, reeditado en 2020 por la editorial Las Cuarenta, con una introducción sobre Los fantasmas del Papa Francisco".

Al retomar su teoría del Bergoglio colaboracionista de la dictadura, el periodista y presidente del CELS, Centro de Estudios Legales y Sociales, afirmó que "Bergoglio exigió que Yorio y Jalics abandonaran el trabajo social que realizaban con su autorización en el barrio Rivadavia, junto a la villa del Bajo Flores y cuando se negaron les reclamó que dejaran la compañía de Jesús. Yorio y Jalics estaban identificados con la teología de la liberación, que Bergoglio combatía, como parte de las divisiones internas en la Iglesia Católica argentina y en el peronismo. Ahora que ha perdido la profunda inserción que tuvo en los movimientos populares en las décadas de 1960 a 1980, la reivindica, en una típica jugada pendular. La Iglesia Católica siempre lo hace, lo sorprendente es que en este caso ambos momentos tengan el mismo protagonista".

Asimismo, hizo una interpretación del llamado de Francisco a la expresidenta María Estela Martínez de Perón por su cumpleaños 90. Escribió que "cuando el Papa envió un mensaje a la ex presidenta Isabelita Perón por su cumpleaños 90, sectores confesionales lo señalaron como una traición a Carlos Mugica, asesinado por la Triple A. En 1999, cuando Bergoglio asumió como arzobispo de Buenos Aires, Yorio me contó la historia de la persecución que padecieron. También me puso en contacto con Jalics, quien me confirmó telefónicamente el relato de su compañero".

Verbitsky recordó que "el primero en denunciar el rol de Bergoglio, a quien llamó pastor que entrega sus ovejas a los lobos, fue el fundador del CELS, Emilio Mignone, en su libro Iglesia y Dictadura".  Y aseguró: "Bergoglio me contó que cuando intentó darle explicaciones después de una misa, Mignone alzó la mano indicándole que no se acercara".

Agregó además que "la familia de Jalics le dijo al diario conservador alemán Frankfurter Allgemeine que Bergoglio era el superior contra el que Franz sentía impotencia e ira porque 'había prestado falso testimonio sobre nosotros'. El hermano de Jalics dijo que Ferenc (que es el nombre húngaro de su bautismo) 'estaba convencido de que Bergoglio los había delatado a él y a Yorio a la junta militar al indicar que en el Bajo Flores se escondían guerrilleros. Esa acusación la pronunció varias veces en el círculo familiar'".

El artículo es extenso y el autor demostró un esfuerzo por probar sus dichos, ahora que el dueño de sus palabras y sus silencios, ha muerto. Solo queda Bergoglio, el papa Francisco, para admitir si lo que Verbitsky cuenta es verdad o no. 

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