La confesión de Cornejo, qué quiere Suarez y el posible retorno que inquieta o aquieta

El radicalismo está buscando su destino. El éxito electoral lo pone en dificultades internas, aunque parezca increíble, ya que debe definir candidaturas en Mendoza y en el país con el menor daño colateral posible,.

Memo

El exgobernador Alfredo Cornejo, actualmente presidente del interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado de la Nación, confesó lo que Memo ha contado en diversas oportunidades desde los runrunes del poder político mendocino: el gobernador Rodolfo Suarez actúa como un virtual jefe de campaña para su retorno al Sillón de San Martín.

Suarez no armó el "suarismo" ni habilitó a sus seguidores a desarrollar sus aspiraciones y sostiene a Cornejo como "jefe" de la UCR mendocina, a la vez que se constituye como reacción un sector anticornejista, que quiere desatar lo ya anudado por ambos protagonistas. 

Si Cornejo retorna a la gobernación, Suarez ocupa la vacante en el Senado y compartiría allí banca con Mariana Juri, tal vez la más allegada de sus correligionarios. Y allí cundiría su pronóstico: una alternancia permanente, hasta que aguante. Es decir, algo así como un "Equipo de los Mendocinos" que no se venza (como sucediera con los peronistas José Bordón, Rodolfo Gabrielli y Arturo Lafalla en su momento), sino que se sinergice con el paso del tiempo, en ellos dos.

Se picó entre recientes socios de Cambia Ya en el oficialismo mendocino

El legislador nacional evadió una vez más definirse al respecto durante una entrevista con el portal porteño Infobae, ya que advierte que "la gente no quiere ver a los políticos ocupados en su propio futuro". Sin embargo blanqueó lo señalado cuando afirmó, textualmente: "En mi provincia mi paso por la Gobernación tiene una buena aprobación, con lo cual siempre me deja en esa carrera, el propio gobernador quiere que yo sea el candidato y muchos intendentes lo han dicho en público". Antes, ante la pregunta en torno a su posible retorno a la Gobernación o bien a una candidatura nacional, había respondido que las dos opciones "tienen una base fáctica".

Su vuelta a ser candidato en Mendoza inquieta o aquieta, no hay términos medios. Derribaría el jenga que hoy significa la competencia de al menos seis precandidaturas a la Gobernación dentro de Cambia Mendoza, y de algún modo -de acuerdo con lo que indican los sondeos- garantizaría un triunfo sin sorpresas.

Sin embargo, los que alientan que busque un horizonte nacional sostienen que achataría la pirámide local, ocupando una vez más espacios, ya que no solo sería el principal, sino que seguiría decidiendo sobre muchos otros.

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Memo contó hace una semana que el "anticornejismo" que representa Luis "Ambulancia" Petri, que anda recogiendo los heridos que dejó Cornejo por falta de lugares en las listas o los puestos de decisión, con respaldo en bambalinas de Ernesto Sanz, podría sumar a Julio Cobos, que siempre está en tensión con el actual senador nacional y que visió a Petri en la sede de su think tank. El asunto es que el "delfín" de Cobos, hasta ahora, era (¿es?) el intendente de Las Heras, Daniel Orozco, a quien Cornejo ha intentado contener, pero que está embaladísimo con ser gobernador y no para de aportar hechos en toda la provincia para que se hable de él.

La incognita es el futuro de Ulpiano Suarez, que está muy bien en las encuestas, pero a quien se le pide que aproveche la oportunidad de un segundo mandato como intendente de la Ciudad de Mendoza. En su entorno desconfían. Creen que la oportunidad "es ahora" y temen que le pase "la gran Kerchner", una promesa incumplida, a quien se le dijo que "tenés tiempo todavía" y luego, con la imposición de la candidatura de Suarez en las PASO contra Omar de Marchi, se desconfiguró provincialmente y hoy es una locomotora legislativa que no será candidato a nada (al menos, en 2023).

Sobre Tadeo García Zalazar recae la responsabilidad doble de definir su propia sucesión en Godoy Cruz, en donde muchos quieren ser y creen que tienen el derecho a serlo. Y además, de representar al "cornejismo de paladar negro" en la competencia por la Gobernación, si es que el jefe no volviera.

Hay pocos cargos de relevancia para que se postulen los intendentes que se quedan sin reelección y que creen que deberían tener más proyección que la que le augura la centralidad partidaria. Y allí se anotan nombres de afuera del Gran Mendoza, como Walther Marcolini desde Alvear o Gustavo Soto desde Tupungato, entre otros.

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Lo del PRO y su vida signada por una fuerte fractura interna es un misterio, pero ya se ve a la parte que no sigue a De Marchi hasta anunciando candidaturas municipales, con lo que pronto podrían verse definiciones en torno a quiénes se quedan y quiénes se van del macrismo hacia otras opciones frentistas que se están generando.

"Una brújula por allí"

Raúl Alfonsín es recordado en por pedir "un médico por allí" en un acto en donde desde la tribuna vio desvanecerse a una persona del público. Ahora, lo que se busca parece ser una brújula, para saber qué son. 

Hay un radicalismo que gobierna en tres provincias y en muchísimos municipios, con identidad más o menos propia, pero muy signado por el pragmatismo y que pivotea sobre un valor común a toda la oposición, que es el antipopulismo identificado con el peronismo oficial que gobierna a nivel nacional.

Hay uno que directamente se hizo populista, como el que representa Leopoldo Moreau y su familia, entre otros, como el mendocino Mario de Casas que ahora escribe libretos cristinistas desde el portal El Cohete a la Luna, de Horacio Verbitsky, después de haber presidido la UCR en Mendoza.

Además, el trabajo conjunto con el PRO y la experiencia inicial de Cambiemos, demostró varias facetas más, como la de Elisa Carrió, que salió del radicalismo y los que como Cornejo, ven con sentido práctico continuar en esa línea, sin casarse  ni proclamar la ideología que algunos macristas militan, más vinculada a las ideas liberales.

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Pero este fin de semana se lo vio al exministro de Economía y presidente de la Fundación Alem, Jesús Rodríguez, en una foto con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Con el mandatario europeo participaron de la cumbre de la Internacional Socialista y muchos le recordaron a Rodríguez que Sánchez no tuvo empacho en aliarse con el chavismo español de Podemos e inclinarse hacia el populismo. Todo esto, apenas semanas después de que Cornejo se reuniera tanto en Madrid como en Buenos Aires con los referentes del Partido Popular español que están cotizando en alza en el mercado electoral, ante los chascos de Sánchez en el ejercicio del poder. Antes, había sido el propio exgobernador de Mendoza quien, años atrás, había compartido fotos con los líderes del PSOE.

Jesús Rodríguez con Pedro Sánchez.

Cornejo con Vargas Llosa, a quien visitó en España.

De tal modo que hay una búsqueda, que Cornejo suele acallar con la necesidad de que todos los que tengan un factor común, más allá de sus perfiles personales, estén juntos contra lo que representa hoy el Frente de Todos. 

¿Quién quiere ser presidente?

Una cosa es querer ser presidente, otra es que su partido lo apoye o lo "bombee" todo el tiempo. Además, hay que definir si representa el proyecto de una fuerza o uno personal, solamente. Pero no solo eso: hay que cuajar en el conurbano bonaerense además de llegar a la pretensión presidencial con algún impecable currículum.

Esto último es la frustración de muchos posibles presidentes que ofrece lo que los porteños califican como "el interior" del país. No "pegan", no les dan bola. Son ninguneados. Por ahí puede enganchar alguno que sea objeto de sketchs de imitadores o que protagonicen situaciones capaces de captar la atención del público porteño primero, y nacional después, desde esa gran vidriera.

Cornejo se quejó en Infobae de que el radicalismo parió un candidato propio, que hizo una buena performance en las elecciones bonaerenses, como es Facundo Manes, pero que el presidente de la UCR no apoya porque quiere ser él. Mientras Manes lanzó la campaña denominada "Empatía", Gerardo Morales primereó con la saya: "Mística", y chocan, se tapan: se macanean tratando de anularse mutuamente y, por ello, parece que pelean por perder y no para ganar.

El peronismo hace lo contrario: podrán odiarse, pero cuando huelen que alguien los puede llevar al triunfo, se hipnotizan y le meten para adelante.

Cornejo lo explicó sin tapujos: "El radicalismo no ha empoderado a un candidato. Hay gente que se menciona como candidato pero no es que el partido se puso de acuerdo y apunta a uno para ganar, que debería ser el mejor razonamiento y no se ha hecho. Hay tiempo para hacerlo si todo el radicalismo toma esa decisión. En todo este 2022 no he visto que empoderaran a alguien, todo lo contrario, se ha debilitado al que lo dijo abiertamente, que es Facundo Manes. Se lo ha debilitado en este proceso y por las razones que sean, no hay un affectio societatis para apoyarlo".

Y agregó -en una advertencia hecha justo en el límite del tiempo- que "Juntos por el Cambio no tiene un candidato recortado como era en 2015, que se sabía que Macri ganaba las PASO, pero hay un pelotón del PRO por encima de los radicales que se miden. Se está agotando el tiempo para empoderar a alguien y da la impresión que no hay vocación en las autoridades del Comité Nacional. No tiene vocación el radicalismo de hacerlo".

El que escondió la brújula, que la devuelva.


Bonus track: el discurso de Jesús Rodríguez ante la Internacional Socialista, en la que fue elegido vicepresidente

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