Crece la idea de Nadal candidata, aunque en el oficialismo prefieren el silencio

La "ministra de la pandemia", Ana María Nadal, se muestra desplegada por el territorio y, a pesar de lo áspero de la tarea que le toca, se la muestra hasta dando buenas noticias y tomando decisiones políticas. ¿Será o no candidata?

Tal vez solo esté supervisando centros de gestión de la pandemia en los municipios. O posiblemente no sea solo eso y haya algo más detrás. Pero los más suspicaces -sobre todo en un radicalismo que aunque se muestra aplacado, lleva en su ADN el internismo- ya imaginan a la ministra de Salud, Ana María Nadal, en campaña para ocupar el cupo que le toque al gobernador Rodolfo Suarez para colocar sus propios nombres en las listas de candidatos.

Qué mejor que una mujer, afirman en voz baja en los cafés que circundan a la Legisltura, no solo radicales, sino también muchos peronistas que están haciendo de tus twittlines un muro de los lamentos contra la ministra de la pandemia. Es que ya está más o menos definidos qué dos hombres llevará Juntos por el Cambio y Cambia Mendoza: Alfredo Cornejo al Senado y Julio Cobos a Diputados.

Quedan esperando la convocatoria a competir por una reelección la exministra de Salud, Claudia Najul, Luis Petri (que podría llenar el cupo que le corresponde al PRO debido a su buena relación nacional con esa fuerza y su trabajo con Patricia Bullrich durante el gobierno de Mauricio Macri, dejando sin casillero a Omar de Marchi para alguno de los suyos) y Federico Zamarbide. Los tres terminan sus mandatos.

¿Nadal, Juri u otras? La especulación sobre quién será candidata de Suarez a Diputados

El misterio es la lista para el Senado. Encabezaría Cornejo, o bien tanto él como Cobos podrían ocupar el segundo lugar, si tienen confirmado que ganan, como creen hasta ahora. Termina Pamela Verasay su mandato y nadie ha mencionado la posibilidad de su reelección, pero por otra parte hay muchos nombres en pugna que pujan por escalar, sobre todo, antes de que cunda (si es que cunde) la reforma institucional de Suarez que va a eliminar una de las Cámaras, y se queden sin lugar.

Pero volviendo a Nadal, su gira por los municipios puede ser tarea cotidiana sobrevalorada partidariamente, un sondeo para ver si se instala como la gestora del "equilibrio entre salud y economía", como sostiene Suarez y con lo que se diferencia de la gestión nacional, o si es una maniobra distractiva, ya que otros voceros informales de oficialismo local repite cual Padrenuestro el nombre de Mariana Juri para que vuelva al Congreso.

Suena raro, pero el gobierno mendocino está sacándole agua a las piedras con anuncios positivos que salen de la cartera que está en las trincheras de la guerra contra el coronavirus: la baja de la positividad en los casos de Alvear después de los momentos gravísimos de los que hablamos todos, la tasa de mortalidad infantil más baja de la historia, la caída del embarazo adolscente durante la pandemia.

Además, el gobernador le levantó el perfil político -que no poseía- de un solo golpe: fue cuando tras recibir a la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti le llevó la idea de la Ley Semáforo para regir las aperturas y cierres de actividades y él le encargó a Nadal que le respondiera. Y le dijo que "no".

Antes, había asumido otro desafío que la mostró con carácter, a pesar de las críticas, o sobre todo, al volverse centro de atención debido a ellas: dejó plantados a los dos bloques legislativos del Frente de Todos que fueron a golpear la puerta de su despacho en Casa de Gobierno.

Ayer la ministra estuvo acompañando al gobernador Suarez y al intendente Tadeo García Zalazar en Godoy Cruz y el gobierno envió seis fotos junto a la gacetilla que contó su visita al centro de testeo de covid-19 en el barrio La Gloria:

Recorrió junto a uno de los radicales con mejor imagen, el intendente Daniel Orozco, el barrio Álvarez condarco de Las Heras:

Se mostró de visita junto al titular de la DGE centros de vacunación de docentes:

Y así, a diario, a pesar de lo áspero de su tarea, Nadal construye un camino que, lo quiera o no, la lleva directo a los runrunes de la política y (de nuevo, quiera o no) la posicionan electoralmente.

Esta nota habla de:
¿Hay que prohibir el uso de celulares en las aulas?