Guernica refleja el fracaso de un Estado que se quedó sin ideas

"Argentina, desde 2011 ha sido gobernada tanto por el kirchnerismo como por la Cambiemos de Macri, los dos polos de la grieta. El único resultado estable durante ambos mandatos, ha sido el del estancamiento económico y el enfrentamiento creciente entre argentinos/as. Hoy, los argentinos y argentinas somos más pobres que hace 10 años".

Adrián Bonada

La situación de Guernica desnuda en carne viva la crisis de la política en la Argentina. Un Estado que se quedó sin creatividad para resolver, que no tiene imaginación ni herramientas para dar soluciones tan básicas como la vivienda.

El nuevo gobierno asumió bajo el eslogan del diálogo y la unidad, frente a la esperanza de una gran porción de la sociedad que buscaba - ante un nuevo ciclo político-, alcanzar algunos consensos básicos que nos debemos.

Argentina, desde 2011 ha sido gobernada tanto por el kirchnerismo como por la Cambiemos de Macri, los dos polos de la grieta. El único resultado estable durante ambos mandatos, ha sido el del estancamiento económico y el enfrentamiento creciente entre argentinos/as. Hoy, los argentinos y argentinas somos más pobres que hace 10 años.

Cuando muchos/as compatriotas ansiaban con expectativas el inicio de una nueva etapa política que pudiera superar los problemas estructurales del país, nos azotó a nivel mundial la pandemia del COVID-19, agravando aún más la ya trágica situación social de millones de argentinos/as.

El sistema constructivo con el que un mendocino revierte las usurpaciones en Centroamérica

Hoy, frente al deterioro de la situación social por la extensión de la crisis sanitaria y los vaivenes económicos de las últimas semanas, vemos con tristeza que el gobierno que decía defender a los más desprotegidos, hace uso de las peores prácticas de nuestra historia para desalojar a cientos de familias en Guernica.

La cuestión de la vivienda es una más de las tantas deudas que tienen la dirigencia de este país. Una dirigencia que se quedó sin ideas porque reditúa más la política miope de la grieta.

Hace falta refundar la política y el Estado. El país es una caja de Pandora que va pasando de mano en mano mientras se va desmoronando. Y nadie dice nada nuevo. Esto no es potestad de un solo lado de la grieta, hoy es el kirchnerismo quien saca a fuerza de palos y gases a pobre gente que no tiene dónde vivir y ayer fue el gobierno de Cambiemos que con guantes blancos fugó todo, toda esa deuda que el pueblo argentino seguirá pagando por décadas.

Hace falta de una vez y para siempre un acuerdo grande de todos los actores de la sociedad para que la Argentina sea lo que siempre tuvo que ser, una gran nación donde quepan todxs, una gran nación donde la salida sea política y consensuada. Donde exista Salud y Educación y donde la Justicia y el Gobierno juzguen de la misma importancia la propiedad privada de los que siempre tienen todo y de quienes buscan tan solo un techo para sus hijos/as. Una Argentina en donde alcance para todos y todas.

Para esto hace falta salir de la mediocridad desde ambos polos de la grieta. Planificar un plan serio de desarrollo, dejando mezquindades y miserias a un lado. Necesitamos un proyecto y hay que construirlo urgente. Nuestra sociedad no aguanta más y la política debe reafirmarse como herramienta útil y fundamental.

En Mendoza proponen crear un "banco de tierras" para evitar tomas y usurpaciones

Hoy hablamos de Guernica como un tema de "toma de tierras" de algunos sectores que podrían parecer pocos. Pero el problema de Guernica, el problema de las tomas de tierras, es la expresión sintomática, visible, de los déficits estructurales del país. Guernica es el fracaso de un modelo que hace décadas aumenta la pobreza, disminuye el empleo y enriquece a unos pocos.

A medida que se acrecienta le grieta mediática entre porciones de la sociedad, se acentúa silenciosa otra grieta menor pero más desigual, de unos pocos que tiene cada vez más y otros muchos que encuentran cada vez más dificultades para acceder al empleo, a la vivienda, al pan y a la felicidad.

El déficit de vivienda no es solo una carencia de quienes toman tierras, es de millones de personas, fundamentalmente jóvenes, que no tenemos certezas de cuándo podremos acceder a la casa propia, a la vida digna. Esto no es solo un problema de tomadores de tierra, es más grave.

Hace décadas que nuestro país no logra encontrar un camino de desarrollo que se sustente en un consenso político, social y empresarial amplio. No son solo nuestros/as dirigentes políticos y sociales quienes deben participar del mismo sino también pequeñas, medianas y las grandes empresas que quieran apostar por un país donde quepamos todos, por un país donde se apueste a la producción y no a la especulación.

EL AUTOR. Adrián Bonada. Coordinador de Barrios de Pie Mendoza.

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