El FIT le quita el sello de "la izquierda" al comunismo aliado al Partido Justicialista

La efervescencia social no es contenida hoy por lo que Juan José Sebreli alguna vez denominó como "un deseo imaginario del peronismo", el ser de izquierda, sino por los sectores más radicalizados, que sí cataliza el FIT.

El comunismo argentino, subsumido por su integración al Frente de Todos, exige al peronismo que se defina, ya que ha perdido su carácter de referencia de la izquierda en el país a manos del FIT, el trotskismo que se consolidó en el país como tercera fuerza.

El Partido Comunista y otros sellos que se desprenden de él, como el Partido Solidario que responde a Carlos Heller y el Banco Credicoop, además de aquellos que ahora se reivindican izquierdistas, como el nuevo partido creado por Amado Boudou, Alicia Castro y Gabriel Mariotto, buscan una definición del Partido Justicialsta que vaya más allá de la contención. 

En definitiva, el PC quiere un peronismo que combata al capitalismo y no que conviva con él. Tiene a sus partidarios en el interior del PJ, como el caso del ministro de Defensa, Jorge Taiana, que es partidario de una integración total como parte de una organización internacional que responda al Partido Comunista Chino.

El Partido Comunista salió a recordar que integra el Frente de Todos

Sin embargo, la ciudadanía que elige candidatos de izquierda parece no estar allí. Al peronismo le sirve tener a los diversos sectores comunistas adentro, ya que resultan una coartada ideológica para acallar estallidos. Le da volumen geométrico más que matemático, ya que los votos que recoge son pocos. Se trata de un politburó limitado en su capacidad territorial, que reúne más bien a viejos intelectuales del "deber ser" del comunismo, y no a gestores del Estado probados: no tiene intendentes ni gobernadores capaces de ofrecer un antecedente de gobierno claro y contundente que los catapulte al frente, y por ello, están en la retaguardia, cumpliendo el rol que el peronismo les pide y poco más.

De allí que la crisis de la izquierda los golpee más que a nadie y la derrota del Frente de Todos los haya puesto en observación, pero también atentos al futuro ideológico del espacio político que conduce (en forma real o como delegado de alguien más) Alberto Fernández.

La efervescencia social no es contenida hoy por lo que Juan José Sebreli alguna vez denominó como "un deseo imaginario del peronismo", el ser de izquierda, sino por los sectores más radicalizados, que sí cataliza el FIT.

La TV China resaltó las similitudes entre el Partido Comunista Chino y el Justicialista

Si el PC se evidencia como una burocracia más simbólica que motorizadora del gobierno, el resto de los aliados del PJ -entre los que no hay que olvidar a Sergio Massa y lo que representa- tiene mucho que decir en torno a su continuidad en esta licuadora en la que se ha transformado el Frente de Todos.

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