La necesidad de leer Historia

Eduardo Da Viá dedica este profundo artículo al profesor Eduardo Capone. Indaga en torno a los orígenes de la vida, las cosas y el progreso humano. Imperdible repaso.

Eduardo Da Viá

El hombre moderno, en especial el occidental, vive en una especie de alienante carrera cotidiana en pos de logros materiales, la mayoría prescindibles, pero que la sociedad actual, enferma de adquirir supuestos bienes, los hace casi ineludibles si se quiere persistir o mejor aún superar el nivel de vida en que por el momento se desempeña.

El apuro, la inmediatez y la grandiosidad caracterizan procederes dañinos para sí mismo y para los demás, apelando incluso, de ser necesario, a delinquir; y no me refiero al delito grosero del ladrón a mano armada o de la estafa burda, sino al delito sutil, a la mentira como modus operandi que, de tanto ejercerla, tiende a ser considerada como proceder normal.

Dije al principio que esta especie de dislate, caracteriza a la sociedad occidental, pero de ninguna manera es privativa de ella, ya que los orientales, tradicionalmente identificados como profundamente espirituales, meditabundos, silenciosos, introspectivos, respetuosos del prójimo y de la naturaleza, han caído vertiginosamente en un endemoniado hacer y poseer que los ha transformado en máquinas de producir mega ciudades, carreteras, automóviles, barcos, trenes de alta velocidad, con absoluto desprecio por la salud del planeta al que expolian y contaminan sin miramientos.

China es el paradigma de este desarrollo patológico, en un intento claro de igualar o superar a los Estados Unidos de Norteamérica, cosa que ya han logrado en numeroso aspectos, pero siempre en creciente detrimento de las condiciones de vida de los propios habitantes y haciendo caso omiso de la triste realidad que significa la más absoluta ignorancia asociada a una tremenda pobreza en la que viven millones de ellos en recónditos lugares geográficos que ni siquiera conocen lo que ocurre en Beijin o ciudades similares.

Otro tanto ocurre en Japón, donde al exceso poblacional se le suma lo reducido de su territorio, lo que los obliga a vivir en departamentos diminutos, e incluso en verdaderas jaulas superpuestas donde el decoro y la intimidad ya no cuentan en absoluto.

Singapur, Bangkok, Taiwan, millones de seres transformados en cosas, en objetos que sirven a unos pocos sin advertirlo siquiera, o peor aún a sabiendas pero sin poder salir del cerco virtual que los confina.

Resta mencionar la obscena demostración de riqueza de los árabes, en especial los pertenecientes a los famosos Emiratos, donde la ostentación y el despilfarro llegan a lo inimaginable y con el agravante de no estar destinados al hombre común, sino a los ricos del mundo que se jactan de pagar miles de dólares por dormir una noche en súper hoteles por lo general de pésimo gusto pero fastuosos, donde el boato y la ostentación son el pan nuestro de cada día.

Como cada año, la revista Forbes publica la lista de las personas multimillonarias en todo el mundo. Este año se ha visto modificada por la guerra, la pandemia y la caída de los mercados bursátiles, que han afectado a la fortuna de muchos magnates.

Forbes ha encontrado, en total, 2.668 multimillonarios en todo el planeta, una cifra por debajo del récord, que estaba en 2.755 personas. Entre todos, suman una riqueza de 12,7 billones de dólares (11,58 billones de euros), cifra que, al igual que el número de personas que conforman la lista, está por debajo del récord de 13,1 billones de dólares.

Estados Unidos sigue estando a la cabeza entre los países que más multimillonarios tiene: 735, subiendo en once la cifra del año pasado. China, se coloca en el segundo puesto con 607 multimillonarios. En tercer lugar está India (166), Alemania (134) y Rusia (83).

El 85% de la población mundial vive con menos de 30 dólares al día.

Para entender cómo la humanidad llegó a esta disparatada situación, para colmo "in crescendo", vale decir cada vez más pobres y más ricos, es necesario hacer una rápida revisión histórica empezando desde la aparición en el planeta del animal que terminaría siendo el rey de la tierra, el hombre, arrasando con las organizaciones animales preexistentes, cada una con sus líderes y sus razones para entender los respectivos comportamientos.

El Homo Sapiens Sapiens es el género cuyos integrantes contaban con la misma anatomía que las poblaciones humanas de la actualidad y que desarrollan lo que se conoce como un comportamiento moderno.

La tierra ancestral de todos los humanos vivos actualmente se encuentra en el sur de África, más precisamente al sur del río Zambeze, según un nuevo estudio publicado en la revista Nature.

Inicialmente llegaron a este mundo desnudos e inermes, aunque lo de inerme es muy relativo por cuanto contaban, quizás sin saberlo, con las más poderosas de las armas: la inteligencia.

Físicamente estaban en clara desventaja respecto de los grandes animales provistos de mucha mejor musculatura, dentadura y garras, y aún de los pequeños pero ponzoñosos, capaces de terminar con la vida de un humano de 70 quilos de peso sólo mediante una mínima picadura.

Ignoraban incluso la extraordinaria ventaja de ser omnívoros, a diferencia de muchas especies animales que son genéticamente muy selectivos para su alimentación, lo que los hace muy vulnerables.

Esa condición de poder comer tanto carne animal como vegetales le permitió un veloz desarrollo poblacional y con ello la dispersión geográfica obligada en búsqueda de áreas vírgenes donde los frutos y animales abundaban.

Con el tiempo aprendió a cultivar y a manejar la reproducción, en especial de aves, peces y prácticamente todo tipo de animal comestible por su carne apta para la masticación y sin la necesidad de la caza para obtenerlo.

La vestimenta estimo surgió de la observación de las diferentes pieles según el clima imperante, y con las cuales se cubrió y aprendió a confeccionar prendas más adecuadas a su anatomía.

La primera habitación fue sin duda una cueva o una saliente que lo aislara de la lluvia y del riesgo de ser pasto de animales peligrosos.

Dijimos al principio que este primitivo ser humano era inteligente, vale decir tenía la capacidad de solucionar nuevos desafíos en base a experiencia previas más simples.

Esa es la virtud, a mi juicio que lo llevó a desarrollar una capacidad exclusiva que terminaría siendo la causa primera y última de la tremendamente injusta situación actual: el afán de progreso.

Ese afán, lógico y necesario en principio, lo llevó a fabricar, contando para ello con una herramienta única en la naturaleza cual es el pulgar oponente, que al flexionarlo hasta contactar el índice también flexionado, le proporcionaba nada más y nada menos que una pinza.

Así pues, la naturaleza hizo de la pinza digital, el acicate para que el homo sapiens pasara a ser el homo faber, es decir fabricador.

Inicialmente fabricaba para su propio beneficio y mayor comodidad, pero rápidamente advirtió que sus productos bien podían ser intercambiados por otros bienes pertenecientes a sus vecinos, y así fue el inicio del comercio como intercambio de bienes para luego serlo por dinero cuando éste apareció.

Dinero, nunca supuso que llegaría a ser el Rey de la creación.

¿Cuándo aparece el papel moneda? Los chinos fueron los primeros. Ya en el siglo IX d.C., durante la dinastía Tang, aparecieron los primeros bancos en los que la gente depositaba sus monedas y a cambio se le extendía un certificado por el importe depositado que servía como medio de pago.

Poco después le siguió el soporte metálico consistente en pequeños trozos de metal, con preferencia plata y oro y tallado en bajo o alto relieve el valor de cada una.

Para incrementar los ingresos, el fabricador creó las fábricas y con ello el empleo, vale decir el trabajo remunerado. Pero casi de inmediato y en algunos países aún antes del empleo, apareció la esclavitud, figura que significa la propiedad de un hombre por otro hombre para el cual debe trabajar con o sin remuneración y casi siempre bajo castigo corporal muchas veces brutal. El esclavo carecía de derechos y además su condición se transmitía a su descendencia.

Ya en la antigua Mesopotamia existía la esclavitud; la mayoría de las llamadas obras "faraónicas" en el antiguo Egipto fueron hechas por esclavos; lo mismo sucedió en Grecia, paradojalmente la cuna de la democracia y luego imitado por sus continuadores los romanos.

En realidad se la impuso en prácticamente todo el mundo y con gran resistencia a la abolición por parte de los beneficiarios de tamaña atrocidad.

En Argentina fue la Asamblea de 1813 la que dictó la abolición.

En los Estados Unidos de NA les significó nada menos que la Guerra de Secesión que duró de 1861 a 1865, con un costo aproximado de 620000 vidas. La abolición, por parte del presidente Lincoln se efectivizó ni bien terminada la guerra. Sin embargo el estado de Misisipi, recién lo hizo en 1995 y la Naciones Unidas el 2 de diciembre de 1949.

Pero no con eso desapareció la esclavitud en el mundo, en realidad sigue existiendo, tal como lo era entonces aunque en mínima proporción, pero ha sido remplazada por otro tipo de esclavitud, donde los afectados no son las personas de color ilegalmente ingresadas al país de que se trate, sino que las víctimas son los propios habitantes, sometidos a trabajos sin declarar, lo que vulgarmente conocemos como "en negro", lo que los priva de una remuneración según la ley o los convenios colectivos de trabajo, más con la total carencia de protección de la salud, de vacaciones y de estabilidad laboral. La proporción es de alrededor del 40% de la masa trabajadora, con cifras máximas en Salta y mínimas en Tierra del Fuego, pero con un estimado similar a la media en nuestra querida Mendoza.

Pero la industria no fue mérito dela famosa Revolución Industrial inglesa, proceso iniciado en el siglo XVIII en Inglaterra, por el cual la humanidad pasó de unas formas de vida tradicionales basadas en la agricultura, la ganadería y la producción artesanal, a otras fundamentadas en la producción industrial y la mecanización.

En realidad la Revolución Industrial empezó con la rueda y la palanca:

La rueda más antigua fue identificada en la Mesopotamia. Se usaba para realizar transportes 300 años después de la introducción del torno de alfarería. Según investigaciones recientes, la rueda de madera más antigua encontrada hasta el momento proviene de Liubliana, Eslovenia. Se trata de una rueda del año 3200 a. C.

Una palanca parece la cosa más simple del mundo, pero no deja de ser una máquina.

Por definición la palanca es un mecanismo que nos permite multiplicar la fuerza que aplicamos en un momento determinado.

A partir de la palanca y de la rueda, se pudieron construir todo el resto de máquinas, por lo que, en cierto modo, cuando contemplamos alguna maquinaria, no importa lo compleja que parezca, sólo estamos mirando una simple palancas y ruedas mucho más evolucionadas.

Poco a poco fueron dando formas diferentes a las palancas y salían utensilios diferentes. Una palanca era el sistema que hacían servir en Mesopotamia hace 3.000 años para sacar agua de los pozos. Una palanca, que siglos después se llamó palanca romana, se utilizaba para pesar cosas.

Arquímedes, el genio matemático que nació y murió en Siracusa en el S III a.C fue quien describió las leyes de la palanca, que ya se usaba desde siglos antes.

Hoy, hasta el más sofisticado vehículo se basa en la rueda y la palanca. 

La medicina, que al común de las personas le parece un desarrollo reciente del hombre, digamos unos tres o cuatro siglos, es en realidad tan vieja como la humanidad.

La palabra medicina viene del latín medicina y esta se deriva de medicus (médico), palabra que a su vez se deriva de mederi (cuidar, curar, tratar).

Desde el mismo momento en que un ser humano auxilió y cuidó a un herido o a un doliente, se transformó sin saberlo, en quien millones de años después se llamaría Médico y que hoy realiza verdaderas proezas en pos de la recuperación de la salud, de la prevención de la misma o del logro de una descendencia que se negaba a ocurrir.

La cirugía plástica, tan de moda en la actualidad, y lo he dicho muchas veces, en un vano intento de mantenerse joven, cuando, a lo sumo lo que consigue es disimular con mayor o menor suerte, el deterioro estético provocado por la edad, no es de ninguna manera reciente La Cirugía Plástica-Estética- Reconstructiva, inicia en el segundo milenio antes de Cristo. Nació como una necesidad de solucionar amputaciones consecutivas a castigos impuestos en las antiguas civilizaciones.

Entre los castigos favoritos de la época védica y de los primeros reinos de la India, estaba la amputación de la nariz y las orejas en casos probados de adulterio.

Posiblemente esta costumbre estimuló los esfuerzos para reemplazar por medio del arte quirúrgico las facciones perdidas.

La Rinoplastia (reconstrucción de la nariz amputada) y la Queiloplastia (reconstrucción de los labios), fueron las primeras intervenciones quirúrgicas practicadas.

El mejor antecedente se encuentra en el Susruta Samhita, cirujano hindú del SVIII a.C.

En la India, como dijimos, se castigaba el adulterio, con la amputación de la nariz. Fue por eso que Susruta, uno de los Padres de la Medicina India, también llamado "Padre de la Cirugía Plástica de la antigüedad", quien desarrollara una técnica quirúrgica para la reconstrucción de la nariz que aún hoy está vigente. Pero el procedimiento no se aplicaba a distinguidas señoras de la sociedad que pretendían portar una nariz más bella que la que natura le dio. El amputado nasal se transformaba en un paria social por su desagradable aspecto, y que por cierto no conseguía trabajo.

Susruta era un científico, no un comerciante adulador dedicado a "rejuvenecer" maduras o ancianas renuentes a considerarse como tales.

Párrafo aparte merece a mi juicio la llamada más antigua de las profesiones: la prostitución. Y no fue la primera, lo dije más arriba, la Medicina la precedió por una simple razón de necesidad impostergable cual era la de cuidar y tratar de sanar el enfermo o al herido.

La prostitución en cambio surgió como medio de vida fácil, ejercida por mujeres por lo general de bajo estamento socioeconómico, que supieron canalizar los bajos instintos masculinos y que fue prohibida y hasta castigada durante siglos.

La Iglesia fue la principal enemiga, mientras los clérigos la practicaban en sus lujosas residencias y con damas de alta alcurnia. Me consta que en la década de los 70, algunos miembros de la Santa Sede, eran dueños de lupanares y alquilaban el gerenciamiento que ellos no podías hacer personalmente. Las tratativas para la renovación de las concesiones, se hacían a última hora de la tarde, y lo que es peor aún, confesionario de por medio. Tengo testigos.

Las famosas Catacumbas romanas, supuestamente enterratorios de los pobres, fueron en realidad, al menos parcialmente, lupanares, atendidos por prostitutas perseguidas; la palabra catacumba tiene otra acepción etimológica menos conocida y es "cata" abajo, "cubo" yacer. Yacer bajo tierra, pero en compañía de las trabajadoras sexuales.

Hoy, entre tantos "progresos", las meretrices modernas se exhiben en televisión mostrando gran parte de la mercadería que rentan, ganan cantidades de dinero tan obscenas como ellas, se casan con pobres infelices muy adinerados y hacen ostentación incluso con palabras de subido tono, de la actividad que desarrollan.

Cuando las erradicaron, las catacumbas fueron refugio de judíos perseguidos y de los cristianos también perseguidos, que se reunían y dejaban grabados en la piedra o pintados en ella los símbolos que los caracterizaban y que eran desconocidos `por los persecutores que no le prestaban atención. Uno de los más comunes era el símbolo secreto del Pez, que recibía el nombre de ictus o ichthys, acrónimo griego que significa Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador del Hombre. Para que dos cristianos se reconocieran como tal, uno de ellos dibujaba un arco en la arena o en la piedra; si la otra persona completaba la figura del pez, significaba que ambos eran cristianos.

Así se inició el cristianismo, a base de fé y de sacrificio; sin Papas ni Clero, solo feligreses convencidos de su creencia.

Bien, todo este algo largo aunque muy sucinto introito desde el punto de vista histórico, tiene por objeto, y aquí confieso que comienzo a tener la triste sensación de inutilidad de mi esfuerzo, pero creo es mi deber insistir en conceptos remanidos pero no por ello solucionados o minimizados, y me refiero a las características conductuales de la humanidad en general, que si bien redunda quizás en un nivel más alto de condición de vida, totalmente desparejo por otra parte, y que solo alcanza a una mínima parte de la población mundial, no es de ninguna manera producto de los dos últimos siglos, sino que todo comenzó hace miles y hasta millones de años atrás.

Hoy la soberbia y el despilfarro, la utilización del hombre por el hombre y la insaciable búsqueda de más dinero y más poder, nos ha transformado en una masa biológica despreciable, donde la solidaridad y el respeto son manifestaciones excepcionales y por lo general individuales.

Elon Musk, sin duda un genio extraordinario, ha desarrollado proyectos hasta hace poco casi impensables, pero que si uno los analiza fríamente., no hacen sino contribuir a una vida acelerada mediante sistemas basados en la informática, de los que el mundo bien podría prescindir si los grandes capitales restantes del mundo enfocaran sus esfuerzos en la misma dirección. Este curioso personaje se da el lujo de tener cohetes para viajes espaciales privados y lo peor es que hay candidatos para hacerlo.

El origen del cohete es probablemente oriental. La primera noticia que se tiene de su uso es del año 1232, en China, donde fue inventada la pólvora. Tenían una finalidad lúdica y se usaban en festejos populares. Hoy el hombre lo ha transformado en la más temible de las armas.

En realidad la mayor parte de la tecnología actual se la debemos a viejos precursores, que estudiaban los fenómenos por el mero afán de saber y comprender las leyes naturales que nos gobiernan, sin pensar ni por asomo en obtener rédito pecuniario alguno.

Existe una larga lista de científicos que no patentaron sus descubrimientos o sus inventos y que incluso morían en la más absoluta pobreza por cuanto se auto financiaban; vale decir lo hacían por amor a la ciencia y al conocimiento, de la misma manera que Modigliani y van Gogh pintaban por amor al arte.

Faraday, Salk, Jenner, Agote, Arquímedes, Aristóteles, Fleming, Favaloro, Vitale Calpe y cientos más no patentaron el fruto de toda una vida de esfuerzos, todo lo contario, lo legaron a la humanidad.

Los estresados magnates y sus respectivas compañeras, acuden a lujosísimos SPA, sin saber, estoy seguro, que la terapia por agua; de ahí el acrónimo: Salute Per l´Acqua, es antiquísima y uno de los procedimientos terapéuticos más utilizados en el famoso santuario de Asclepios (Dios de la Medicina) en Epidauro, Grecia, allá por el S.VI a. C. Y era todo gratuito, con un simple exvoto voluntario quedaba saldada la deuda.

Hoy cada uno de esos legados, se han transformado en jugosos negocios, con frecuencia mono u oligopólicos.

En fin, no estoy en contra del buen vivir ni de gozar de los beneficios, cuando lo son, de la moderna tecnología, pero estoy seguro de que si fuésemos un poco más humildes, más solidarios, más generosos, mejores padres, mejores personas, mejores ciudadanos, mejores miembros de éste, nuestro nicho ecológico, cual es el planeta tierra, la vida sería mucho más digna de ser vivida y no le temeríamos tanto al envejecimiento y por fin a la muerte.

Es bueno recordar que absolutamente todo lo material que hoy poseemos, disfrutamos o sufrimos, se lo debemos a nuestros predecesores, desde prehistóricos hasta coetáneos, de manera que bajemos un poco nuestra cerviz y no nos olvidemos de ellos.

EL AUTOR. Eduardo Da Viá es médico, habitual historiador aficionado y colaborador de Memo. Este artículo: "Especialmente dedicado en cuanto a mi atrevida revisión histórica, al maestro Gustavo Capone, de quien tanto aprendemos a diario".

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