Realidad vs bolsillos: si no aumenta el precio de los combustibles, muchas estaciones no continuarán

El precio promedio de los combustibles líquidos ha ido por detrás de la mayoría de los precios de la economía y eso está poniendo en riesgo al sector distribuidor, que tiene muy escasos márgenes de ganancia.

El precio de los combustibles ha sido una de las variables de ajuste utilizadas por el gobierno de Alberto Fernández para morigerar los efectos de la inflación sobre el poder adquisitivo de los argentinos. Hubo congelamientos en las bocas de expendio durante varios períodos (2020, 2021 y 2023) y ajustes de precios por debajo del avance del IPC y el dólar.

Tras el último aumento (12,5% en agosto) hubo una recuperación del precio de los combustibles, pero empresarios del sector aseguraron que el ajuste fue rápidamente absorbido por las subas de costos de las semanas posteriores.

Un informe publicado por Infobae indicó que este escenario condujo a que algunas empresas pasaran a trabajar al límite. Según el economista Gastón Utrera, de Economic Trends, una estación de 250 metros cúbicos mensuales tenía un beneficio 2,72% de la facturación en junio de 2021, cuando la nafta súper tenía un valor de 90,40 pesos. Luego, tras un largo período de congelamiento de precios y subas reguladas, el beneficio se desplomó al 0,48% de la facturación en julio de 2023.

Eso significa que en el transcurso de dos años el beneficio de los estacioneros, en relación a la facturación total, se redujo un 82 por ciento. Empresarios propietarios de estaciones de servicio ubicadas en Buenos Aires y Mendoza confirmaron la magnitud de la caída de rentabilidad y aseguraron que "en algunos casos la baja de ganancias fue aún mayor".

Nicolás Arceo, titular de la consultora Economía y Energía, subrayó en diálogo con el portal especializado surtidores.com.ar que "en un contexto de devaluación de la moneda, los precios de los combustibles en el mercado local deberán aumentar inevitablemente".

Esto llevó al analista a considerar que los precios actuales en las estaciones de servicio son los más bajos de la última década, pero también a reconocer que una vez que aumenten, podría haber una posible disminución temporal en el volumen de ventas, especialmente en el caso de las naftas. Sin embargo, minimizó las consecuencias que este declive en la demanda pueda acarrear en la comercialización minorista, ya que esto marcaría el inicio del proceso de normalización de la actividad.

En tanto, de acuerdo con el informe de Infobae, el valor de los combustibles está determinado por una enorme cantidad de variables, pero la inflación, el tipo de cambio y el precio internacional del barril de crudo son sin duda los aspectos más determinantes. Por eso, una comparación entre la evolución de los valores en boca de expendio y el avance del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en los últimos dos años permiten tener un panorama bastante amplio de la evolución de la rentabilidad de las estaciones de servicio.

De acuerdo a la medición del Indec, la inflación general avanzó 336% entre septiembre de 2021 e igual mes de este año. En ese mismo período, la nafta súper avanzó de $90,40 a $240,50 por litro en las bocas de expendio del Gran Buenos Aires (166% de incremento).

Tampoco hubo concordancia con el aumento del tipo de cambio. Tomando como referencia el dólar oficial, se observa que entre septiembre de 2021 e igual mes de este año la cotización saltó de $103 a $366, lo que marcó una suba total del 255% en el transcurso de dos años.

Utrera hizo una comparación también con algunos productos de la canasta básica: "La leche fresca en sachet subió 327,3%, el IPC de alimentos y bebidas 340,5% y el pan francés 372,4 por ciento. Entonces claramente el precio promedio de los combustibles líquidos ha ido por detrás de la mayoría de los precios de la economía y eso hace que aun teniendo más volúmenes que a principios de 2018, la facturación sea la misma", explicó el director de Economic Trends.

Esta nota habla de:
¿Estás de acuerdo con la prohibición de la Ciudad de fumar en determinados espacios abiertos?