Esas mujeres que acompañan y curan con el vino

En su Columna Líquida de este domingo, la escritora Marcela Muñoz Pan hace un repaso por un año de columnas en Memo y las mujeres que fueron protagonistas.

Marcela Muñoz Pan

Un 8 de marzo del 2023 me reencontré con un amigo, Gabriel Conte, en una muestra de poemas a la vendimia y la mujer en la Sala Pablo Sacchero y ahí se nos ocurrió la idea de estar con una columna líquida en el grandioso Memo, para mí fue un honor porque es un diario digital que lo venía leyendo, como nada es casual esta columna fue tomando forma y vino, llegó con muchas mujeres que hoy quiero homenajear por ser mujeres que en este universo multifacético que es el vino, ellas producen, iluminan, acompañan, hacen soñar, crecer, conocer, dándole cierta armonía a este fiel servicio de escribir y degustar el espíritu del elixir vitivinícola. 

 

Mi primera nota tuve el honor de charlar con la Arq. Eliana Bórmida, Patricia Serizola y Lucy Pujols de Pescarmona, la arquitectura del vino es la imaginación en los espacios de las formas entre montañas, cantos rodados que ruedan y ruedan hasta una de las bodegas más bellas como Anaia, y de la mano de Entre hermanas, hijas de una mujer mayúscula como la Sra. Lucy Pujols, generosa, de hondos abrazos, es que me inspiré para escribir sobre esos vinos y esas mujeres maravillosas.

Así fueron llegando a bautizar esta columna líquida con su sangre italiana Luisina Scaglioti dando luces a sus vinos en Montecaseros, tierra verde y de una frescura incomparable. Al ratito llegó Dermalquimia (cosmética natural) con unas manos tersas como sus alquimistas las Lic. Laura Moscetta y Eugenia Toledo, y de alquimia en alquimia y de acuarelas y de encanto también se sumaron las artistas plásticas Mily Repetto y Paola Puliafito, sin el arte nada es posible en esta vida. Una noche de Vermout reveló a otras mujeres iluminadas como Meli Moscetta y Julia Zúñiga en un espacio que deja volar la imaginación para que sus Benteveos canten el sonido amarillo mientras curas el alma.

La nota de color Lila, la dio la mujer de la luz mayor que tenemos en la provincia como Lila Levinson que derrama sabiduría y ternura en los medios de difusión, inigualable Lila, inigualable, como el amor en la cocina de Patricia Gilbert con su gastronomía Entre Viñas que al llegar respiras el amor de un amor que nació para dar amor a través de la cocina; y hablando de amor Silvita Bodiglio que organiza bodas en las memorables bodegas mendocinas y en esos rinconcitos para dar el sí en las bocas de los novios, novias de todos los continentes, Mendoza es el destino de esas Bodas donde el destino gana esquinas en las arquitecturas de los corazones para amar.

Las noches de verano son más frescas si vienen con la poesía al vino recitada, le da ese "no se qué" para ponerle color y un poco de lágrimas a las emociones en la voz dela Prof. Gisela Valdéz y Susana Capone de Giunta, la vida puesta en la declamación, la poesía da lo inexplicable lo delicado y profundo, a lo desbocado, a lo fugaz y perpetuo a la vendimia durante siempre, ea ella también llegaron los amores de siempre, como el apoyo incondicional de mi hermana Nora Muñoz y mi hermana de la vida Violeta Derimais. Esa noche de verano en San Martín fue mágica, y también gracias al apoyo de la directora de cultura Prof. Laura Uano y la diputada Claudia Salas, el estado presente apoyando los artistas y poetas en vendimia.

Todas estas mujeres, que son pocas y muchas, curan con su arte, sus pasiones, sus conocimientos, esas brechas que tal vez sin darnos cuenta van acortándose, curan como las cremas, las heridas de una mala cosecha, preparan las semillas de lo que se quiere conquistar y lo conquistado, son llamadoras de cosas buenas, nobles y cada una hace ruido a su manera, ¡pero vaya cosa qué manera! A cada una gracias por acompañarme en este año glorioso en este Memo glorioso que da luces todos los domingos con una nueva cosecha.

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