Una bodega mendocina, una boda y una wedding planner de lujo: Silvia Bodiglio

La escritora Marcela Muñoz Pan cuenta cómo trabaja Silvia Bodiglio, organizadora de casamientos en bodegas de Mendoza.

Marcela Muñoz Pan

Cuando uno llega a la casa de Silvia Bodiglio te hace pasar a su lugar de trabajo, una oficina colmada de amor y enormes planos que se despliegan por la madera lustrada de una mesa, la mesa de los encuentros que empieza a diagramar imaginando la boda perfecta. 

No es fácil ser wedding planner, hay tantos detalles que se deben tener en cuenta, tantas variables, sin conocer personalmente a los que les confían la organización de la boda ya que la mayoría de sus amores son del extranjero, ellos, él y ella, ellas, que eligen su boda en el destino Mendoza.

Los novios prefieren Mendoza por los vinos, sus bodegas con paisajes testimoniales de ese sello conyugal donde se jurarán amor eterno, por las vistas a la cordillera, la gastronomía, acá está Silvia Bodiglio desde el año 2000 para celebrar la divinidad andina con amores que llegan de todos lados del mundo a celebrar la vida, el dulzor de nuestro terroir. Ella elige con suma exquisitez y distinción la vajilla, los arreglos florales, la música, colores, formas, texturas, telas, organizando y coordinando con tanta pasión por su trabajo, que las bodas sean las puertas de la felicidad.

Los, las que deciden casarse en Mendoza y contratar a Silvia, las redes sociales como videollamadas hace que los novios recorran junto a S.B las instalaciones de las bodegas elegidas, el catering, los muebles de diseño, las copas, las luces, las luces del encuentro que comienzan a encenderse cuando llegan a el Aeropuerto y pisan nuestra tierra bendita, siendo recibidos por la sonrisa fresca y siempre elegante y alegre Silvia para bailar el vals de las bocas elegidas fotografiando ese recuerdo por siempre, y decir por fin: ahora sí podemos amarnos.

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