El Gobierno habla de ajuste, la realidad dirá si podrá hacerlo

Mientras se aguarda el lanzamiento de las preanunciadas 60 medidas para la reactivación económica, el Gobierno tuvo que apurar un plan de seguridad para el conurbano bonaerense con una pandemia que no afloja.

Marcelo Cantón

El Gobierno puso en marcha, al menos en el plano de las palabras, un nuevo ciclo económico, donde la idea de un ajuste dejó de ser pecado. La duda es si podrá sostener esta decisión en un tiempo que augura turbulento.

La semana arrancó con Martín Guzmán anunciando que el 98,8% de la deuda quedaba reestructurada, que habían ingresado al canje bonos por US$ 108.000 millones. Los vencimientos de ahora serán así pateados para 2025 en adelante, trasladando el problema de los vencimientos acuciantes a un próximo gobierno.

Alberto Fernández siempre dijo que la renegociación de la deuda sería el paso inicial de su gobierno. La pandemia le cambió los tiempos, pero después del anuncio del lunes, Guzmán ratificó un giro que parece apuntar en ese sentido. Aseguró que el déficit fiscal pasará del 10% de este año al 4,5%. Un ajuste fenomenal. Aunque enseguida abrió una puertita para la duda: "Va a llevar tiempo llegar al equilibrio fiscal, lo que esto quiere decir es que el Tesoro depende menos del financiamiento del Central. El presupuesto del año que viene va a mostrar el rumbo en lo fiscal, va a hacer el máximo esfuerzo". ¿Qué será "máximo esfuerzo"? La tensión entre los objetivos y lo posible, en boca del ministro.

"Vamos en el camino a poner las cuentas en orden. Se apunta a un número (de déficit) acotado para ser consistente con las restricciones que enfrentamos, pero todo lo grande que puede ser para darle un impulso a la economía", abundó Guzmán. En otras palabras: habrá un déficit equivalente a todo lo que pueda juntar sumando aumento de impuestos, nueva deuda, emisión monetaria, lo que haya a mano. Y según sus técnicos, eso le da para 4,5%. ¿Será?

La consultora EcoGo, de Marina Dal Poggetto, dice que parte de ese camino de ajuste ya comenzó a recorrerse y que el gasto ya crece a la mitad que tres meses atrás. "Hay una incipiente consolidación fiscal con un Tesoro que empieza a conseguir pesos en un mercado 'sobre-ofertado'", aseguró en su último informe. Y lo puso en cifras: "De los $430.000 millones que el Central le transfirió al Tesoro en mayo, y los $210.000 millones promedio de junio y julio, en agosto el cheque del BCRA ascendió a sólo $40.000 millones".

Sin embargo, en el mundillo de los economistas hay cierto escepticismo. Según la encuesta de los principales analistas que hace el Banco Central, el 2020 cerrará con un rojo fiscal de 2 billones de pesos. Y en 2021 será de 1,5 billón. Por debajo, pero no la mitad. Al margen, plantearon un punto de alarma; salieron a decir que este mes esperan una inflación de 3,3%, creciendo poco a poco para llegar a 4,2% en diciembre. ¿Se podrá sostener el ajuste fiscal cuando esa disparada inflacionaria se transforme en presiones por aumentos salariales, por congelamientos tarifarios, por continuidad de subsidios?

¿Qué más ven los economistas en la encuesta del BCRA? Sobre la actividad económica, plantearon que luego de la caída de 16,6% del segundo trimestre, hubo una suba del 8,7% en el tercero. Y esperan una recuperación adicional del 5,1% en el último período del año. Pero sobre ese período han bajado un poco su expectativa, que era del 5,3%. El alza de casos de Covid en el interior del país empezaría a pegar en las economías que más habían logrado mantener su ritmo de actividad en la pandemia. La recuperación puede ser aún más lenta de lo que se esperaba semanas atrás. Otro factor que pondrá presión al plan oficial de ajuste.

Los datos de esta semana no fueron muy alentadores. Se conocieron números de junio de empleo, mostrando que en el primer semestre del año hubo 405.000 puestos de trabajo menos que en igual período de 2019. Y aún falta el sinceramiento de la situación, que llegará con el final de la cuarentena, dicen los expertos. Y encima el INDEC sacó información de la industria en julio, que cayó 6,9%, y de la construcción, que derrapó 12,9%. Los optimistas miraron otro punto: la alimentación se mantuvo e incluso tuvo algún repunte ligero frente a junio.

Y ahí se suma la pelea por los dólares. Es que las reservas netas del Banco Central suman hoy US$ 6.500 millones, según EcoGo. Es justo la mitad de cuando arrancó el gobierno de Alberto Fernández. Y la demanda de los que hacen puré con su cupo de US$ 200 superó los US$ 400 millones en los primeros tres días del mes. Guzmán quiere sostener ese cupo, Miguel Pesce impulsaría cerrar la canilla. ¿Quién ganará?

Aún con ese contexto, Ricardo Delgado, de Analytica, es de los que ven ya un giro en la política económica. "El gobierno está comenzando a comunicar en la dirección correcta -señala-. Intervenir para bajar la brecha, reducir la asistencia del BCRA al Tesoro, ordenar la política monetaria y reducir el rojo fiscal son señales consistentes". Pero así como ve el comienzo de un nuevo ciclo, también marca sus dudas. "Es claro que conocer el camino no es lo mismo que transitarlo. O que saber hacerlo", dice.

En ese marco, el Gobierno pospuso (una vez más) el anuncio de las ya famosas 60 medidas para relanzar la economía. En lugar de eso presentó un plan de inversión en seguridad para el conurbano bonaerense por $ 37.000 millones. Símbolo de estas épocas, más de la mitad de ese monto, $ 20.000, estará destinado a construir 12 nuevas cárceles, con capacidad para 5.000 presos.

"Más allá de la pandemia, la inseguridad en el conurbano es el problema que más nos preocupa" dijo el Presidente al hacer el anuncio. Justo el tema que es número 1 en las encuestas. ¿Inseguridad y ajuste maridan? Habrá que verlo.

Porque además el covid sigue avanzando, haciendo entrar al país en un escenario desconocido. Más de 10.000 casos diarios, más de 10.000 muertos desde que comenzó la pandemia. Centros médicos que empiezan a tener que decidir a qué pacientes les darán cama de terapia intensiva y a cuáles sólo los acompañarán en su tránsito final. ¿Podrá Guzmán avanzar en ese contexto con una agenda que incluya, por ejemplo, una fórmula de menor ajuste de jubilaciones o la reducción del IFE y los ATP´s?

El anuncio fue hecho, los enunciados están sobre la mesa. El día a día demostrará si el Gobierno podrá concretarlos.


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