La triste muerte de Sadous: "Los pendejos de La Cámpora lo tenían para sacar fotocopias"

Sadous había alertado por la existencia de un pago de comisiones a empresas argentinas que fueran a exportar productos a Venezuela.

El diplomático argentino Eduardo Sadous murió a los 76 años. Fue embajador en Caracas entre 2002 y 2005, cobró alta relevancia pública y mediática al denunciar la existencia de una "embajada paralela" entre Venezuela y Argentina durante las presidencias de Hugo Chávez y Néstor Kirchner, respectivamente.

Tras su muerte, el escritor y periodista Jorge Fernández Díaz disparó por igual contra políticos y empresarios que "lo abandonaron", según dijo, además de resaltar el maltrato al que fue sometido en la Cancillería.

En su programa "Pensándolo bien" de Radio Mitre de Buenos Aires, el autor fue vehemente al defender al diplomático de carrera y dar cuenta de que "los pendejos de La Cámpora lo tenían para sacar fotocopias". Los trató de "ignorantes que fueron ocupando lugares" en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Pero no se detuvo allí: "Muchos empresarios a los que defendió al denunciar la 'embajada paralela en Caracas', lo dejaron solo", señaló Fernández Díaz sobre las condiciones en las que encontró el final de sus días Eduardo Sadous.

El que denuncia, pierde

Según los relatos de aquellos años, Sadous había alertado por la existencia de un pago de comisiones a empresas argentinas que fueran a exportar productos a Venezuela.

En paralelo, también denunció que desaparecieron 90 millones de dólares tras la rubrica del Convenio Integral de Cooperación entre ambos países y sendos mandatarios en 2004.

En abril de 2010 fue citado por la Justicia y allí apuntó directamente hacia dos funcionarios de peso durante los gobiernos K: el exministro de Obras Públicas, Julio de Vido, y Claudio Uberti, extitular del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi).

Según su testimonio, todo se manejaba desde las oficinas del por entonces Ministerio de Planificación Federal, que era el ente que terminaba por decidir qué empresas podían exportar a Venezuela, previo pago de comisiones de entre el 15% y el 20% a un fideicomiso.

Al mismo tiempo, citado por el Congreso, dio cuenta de viajes frecuentes tanto de Uberti como De Vido que no le eran informados, en aviones de la petrolera estatal venezolana PDVSA o privados.

Más tarde, Uberti prestaría declaración en calidad de "arrepentido" confirmando que tanto la expresidenta Cristina Kirchner como su marido y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner, estaban al tanto del funcionamiento del sistema de recaudación ilegal de dinero entre ambos países.

Por su parte, De Vido rechazó en ese momento las denuncias que pesaban en su contra: "Si se refiere como embajada paralela a todo lo que tuvimos que hacer porque él no hacía nada, porque se pasaba de copetín en copetín y de cóctel en cóctel, tómenlo como una 'embajada paralela'".

Asimismo, el 4 de agosto de 2007 trascendió otro capítulo importante en el vínculo entre la Argentina y Venezuela y las presuntas maniobras de corrupción investigadas, que vincularía la denuncia inicial de Sadous: la valija con 800 mil dólares de Guido Antonini Wilson incautada en el Aeroparque Jorge Newbery.

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