Sebastián Zuccardi: "Tenemos las condiciones para soñar con una Mendoza de excelencia"

Lunes, 7 de agosto de 2023

El enólogo Sebastián Zuccardi, al frente de Piedra Infinita, dialogó con Memo sobre la realidad del sector, la escalada de reconocimientos a vinos y bodegas del Valle de Uco y sobre sus sueños y proyecciones.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

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Sebastián Zuccardi es parte de la tercera generación de una familia vitivinícola que ha logrado evolucionar hasta niveles de excelencia en los vinos que producen en diferentes puntos de Mendoza. Destacado por el Master of Wine, Tim Atkin, como uno de los mejores enólogos del mundo, está al frente de un equipo de la bodega Piedra Infinita, en el Valle de Uco, la que a su vez también ha sido reconocida como "Mejor bodega del Nuevo Mundo".

Zuccardi logró que tres vinos tengan el puntaje perfecto

Junto a sus hermanos, su padre José, "Pepe" y sus abuelos, es parte de un grupo familiar que ha ido tejiendo todo lo que la vitivinicultura puede unir: olivicultura, enogastronomía y el enoturismo en sus más amplios aspectos, además de la pasión por las artes visuales y la búsqueda de innovación para la actualización de sus productos y servicios.

Hablamos con él, atento a que desde que empezaron a trabajar en el Valle de Uco sus vinos han conseguido algunas de las mejores calificaciones globales, algo que antes solamente obtenían los producidos en la Primera Zona de Luján y Maipú.

- ¿A qué adjudica el éxito que está teniendo el vino del Valle de Uco y, en particular, la experiencia propia con Piedra Infinita?

- El Valle de Uco es un lugar que tiene condiciones únicas, que tienen que ver con la cordillera de los Andes que es lo que marca la identidad de nuestros vinos. Eso sucede desde el paisaje, el clima, el agua, el suelo y nosotros como mendocinos, en donde la cordillera es parte de nuestra identidad. La verdad, es que esas condiciones únicas cuyo conocimiento vamos expresando a través del vino están teniendo grandes reconocimientos que ayudan, primero, a visibilizar este lugar y a hacer un trabajo de "evangelización" sobre el lugar en donde vivimos.

Nos ha tocado la suerte de que en el último tiempo hayamos tenido varios reconocimientos, como tres 100 puntos de Robert Parker obtenidos en los últimos dos años. Es eso lo que ayuda a visibilizar el lugar, nuestro trabajo como familia e indica hacia dónde vamos.

- La familia arrancó desde un piso alto con una evolución que marcás hacia la excelencia. A nivel de regiones, ¿se puede decir que el Valle de Uco le ha torcido el brazo a la vieja Primera Zona?

- Yo creo que en el Valle de uco se ha dado algo que tiene que ver con un conjunto de productores, trabajando en el sentido de conocer y comunicar el lugar. No me gustaría hablar de una zona mejor que otra, porque no creo que sea así. Cada zona tiene su unicidad y su identidad. Pero veo que también hoy en lo que conocemos históricamente como Primera Zona hay un conjunto de productores también trabajando para profundizar el conocimiento y hacer vinos que expresen el lugar. Entonces, te diría que quizás el Valle de Uco ha sido "un faro" en términos de trabajo y de regionalización, y que va a haber un trabajo que se va a dar en muchísimas otras regiones que va en este sentido y que potenciará y visibilizará el potencial que tenemos.

No creo en la perfección. No creo que haya una zona mejor que otra entre las dos, sino que hay unicidad e identidad que hace que cada zona tenga sus características. Pero hay que conocer el lugar, hacer vinos que hablen del lugar y un trabajo de "evangelización".

- Tenemos mejores vinos, pero también menos consumidores en el mundo, lo que está generando una crisis en el comercio exterior. Se puede ver aquí, pero también en Chile, en cualquier país, inclusive en España. El ingreso de la gastronomía, también de excelencia, como la experiencia que ustedes están realizando, ¿es lo que sostiene a las viejas empresas con propietarios mendocinos?

- Primero, soy un optimista. No se puede hacer agricultura sin optimismo. Es verdad que estamos viviendo un momento en que el consumo de vino cae, pero también es verdad que durante la pandemia tuvimos un crecimiento grande y eso demuestra que el problema no es el vino en sí, sino que es tener el espacio y el tiempo para tomarlo y disfrutarlo. Pero también hay que mirar al mundo como una cuestión global. Entonces hoy el consumo de vino en el mundo está parejo, porque hay países que se incorporan y aumentan su consumo y hay países que disminuyen.

Creo que lo que cae muy fuerte es el nivel más bajo, pero a la vez hay una incorporación de gente joven al mundo del vino con una apuesta que por ahí no es beber lo que se bebía antes en cantidad, pero sí en calidad, en un nivel más alto. Soñar con los 90 litros per cápita que Argentina consumió, es de otra época. Tenemos que pensar hoy en una actividad que nos permita ir hacia niveles más altos, en donde quizás el volumen va a caer un poco, pero pensar en calidad.

Y sí, el turismo nos ayuda a hacer todo este trabajo de visibilización y "evangelización" del vino. Cuando alguien viene a visitarnos, a vivir nuestra experiencia se lleva "tatuada" la región, individualmente a la bodega y al vino argentino. Me parece que el turismo tiene una función muy importante en la comunicación y en el trabajo de valorización y de construcción de marca. Y otra cosa muy importante del turismo es la generación de trabajo. Es una actividad con una permeabilidad muy grande, pero no solo en las personas que trabajan en un restaurante, sino también en todo lo que tiene que producirse alrededor para abastecer a ese restaurante.

- ¿Cómo ves a Mendoza y con qué Mendoza soñás a futuro?

- Estamos en un momento complicado en donde las variables son difíciles, no solo en Argentina, en el mundo. No encontramos a los mercado en el mundo muy activos. Todas las conversaciones tienen su grado de dificultad. Yo sueño con una Mendoza emprendedora. Yo creo que el vino es una actividad de lujo para Mendoza y que también puede mostrar mucho el potencial que tenemos. Cuando uno viene y visita las bodegas, no tiene nada que envidiarle a ningún lugar en el mundo. El nivel en el que se está trabajando es altísimo. Creo en una Mendoza de excelencia: tenemos las condiciones desde el lugar en donde vivimos y desde nuestro orgullo como mendocinos para hacerlo.

- ¿Qué le pedirías a un próximo gobernador?

- Condiciones estables, que nos permitan trabajar contínuamente en sostener la apertura de mercados, lo que tiene que ver con el largo plazo. A veces, lo que es muy difícil es el cambio de variables de un día para otro, porque construir una relación en un mercado con un consumidor es un trabajo de largo plazo. Y cuando se pierde la competitividad de un día para otro, se pierde mucho trabajo que ha tardado generaciones en ser construido. Entonces, lo que necesitamos son condiciones para poder hacer la actividad que nosotros conocemos desde un lugar que, para mí, puede jugar en el puesto más alto en el mundo.